Dos de cada tres niñas y niños en Argentina son pobres o están privados de derechos básicos

Ser niño o niña en Argentina debería ser algo maravilloso, sin embargo, sabemos que para miles no lo es. La falta de recursos, la violencia, el abandono y la malnutrición afectan a su desarrollo, crecimiento, bienestar y felicidad. El Patronato de la Infancia trabaja desde hace 131 años por la educación, salud y alimentación de niños en situación vulnerable.

El 51.5 % de los niños y niñas en Argentina son pobres, ya que viven en hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la canasta básica de alimentos y servicios. Esta cifra que presentó UNICEF en febrero de 2023 se basa en datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. Además, si se suman las privaciones no monetarias, el valor asciende al 66%. Sin embargo, esta es una historia que no solo tiene larga data, sino que es un mal que pareciera no tener solución.

Las estadísticas conocidas y difundidas en los últimos meses muestran que, en total, son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales considerados en la EPH. 3,7 millones (28%) enfrentan ambos tipos de privaciones simultáneamente. Es decir, 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y, al mismo tiempo, tienen al menos un derecho básico vulnerado.

Mientras tanto, funcionan y existen organizaciones como el Patronato de la Infancia, asociación civil sin fines de lucro, que saben mucho sobre esto, ya que desde hace 131 años trabaja por la educación, salud y alimentación de niños en situación vulnerable.

El Patronato es una de las organizaciones más legendarias de nuestra historia argentina y aun sostiene sus programas, a través de dos escuelas en Barrio Norte (CABA) y en Benavídez (Tigre), donde además de la educación formal obligatoria brinda actividades extraprogramáticas donde los chicos pueden aprender desde cómo cultivar una huerta hasta robótica, tienen clases de comedia musical y orquesta, apoyo escolar e inglés en todos los niveles. Los más chiquitos acceden a talleres Montessori donde se trabaja el estímulo en las artes, matemática, lengua y pensamiento lógico.

Poseen consultorios médicos y odontológicos, atención psicológica y psicopedagógica y se ofrece alimentación todos los días para aquellos que tal vez no cuentan con un desayuno o una cena en su casa.

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