Este martes por la tarde, veinte internos del pabellón 4 se amotinaron en el patio de la Unidad Penitenciaria 11. El conflicto inició tras una requisa, cuando agentes penitenciarios secuestraron tres celulares con acceso a internet, los cuales están prohibidos. Según explicó el Comisario Mayor Ricardo Caro, director de Unidades de Detención de la provincia de Neuquén, la situación «logró ser normalizada» luego de convencer a los reclusos de que abandonen el reclamo tras un diálogo con dos referentes del pabellón.
En ese sentido, el Comisario Mayor Caro señaló en declaraciones radiales que más allá de la quema de los colchones, prendas de vestir y pedazos de trapos «no hubo ni presos, ni penitenciarios heridos». Por otro lado, explicó que la requisa se dio «dentro de los procedimientos normales de lo que es una prisión de máxima seguridad» y reconoció que, debido a la sobrepoblación carcelaria en la unidad de detención, «hay una mayor tensión entre los internos», que hace que «no se mantengan dentro de la misma tranquilidad como era en años anteriores con menor población».
Consultado por el modo en que ingresaron los dispositivos, el Comisario Mayor Caro advirtió que las requisas personales a los visitantes que ingresan a ver a un familiar dentro del penal «son cada vez menos invasivas y más respetuosas de los Derechos Humanos» y que en ese marco «el procedimiento no puede ser tan exhaustivo» y «es difícil detectar el paso de algunos elementos no permitidos».
Asimismo, explicó que tras mantener diálogo con los referentes del pabellón, junto a la jueza de Ejecución Raquel Gass les reiteraron que el reclamo era «algo ilógico», porque se trataba de un «elemento prohibido» y «se les hizo entender que la protesta no iba a llegar a ningún punto». Sobre esto, agregó: «Los celulares no están prohibidos, el problema es cuando están liberados para la utilización de redes sociales y navegar sin problemas, lo que normalmente se mal utilizan». Por último concluyó que si bien quedó todo normalizado pasadas las 19:30 «hubo importantes destrozos en el pabellón».