El presidente Alberto Fernández se reunió hoy con su par de Brasil, Luiz Inacio «Lula» Da Silva, para conmemorar los 200 años de la relación bilateral y aludió a la delicada situación económica del país, al afirmar que «cuando uno está en problemas pide ayuda a los amigos y los amigos siempre están».
Tras el encuentro que mantuvieron en el Palacio Itamaraty, sede del gobierno del vecino país en la ciudad de Brasilia, dieron una declaración conjunta en la que Lula condecoró a Fernández con la Orden Crucero del Sur.
Fernández centró su mensaje en destacar su estrecho vínculo personal con Lula, mientras que sólo hizo una breve mención a la relación Estado-Estado, al afirmar que «queda mucho por trabajar» y que se están «concretando mucho de lo que pusimos como propósitos».
«Mi querido amigo, el presidente Lula Da Silva, estoy en tierra amiga, porque Brasil y Argentina nacieron para estar unidas. Gracias por esta condecoración que me diste vos, que me la dio Brasil, viene de manos alguien a quien quiero y admiro», sostuvo.
Por su parte, Lula destacó que se trabaja en la «creación de una línea de financiamiento para las exportaciones» de Brasil de la Argentina. Remarcó la importancia que su país le da a la «alianza estratégica» entre las dos naciones, ya que comparten «valores esenciales del mundo actual, como la democracia y los derechos humanos».
«Argentina es el tercer destino de nuestras exportaciones, mientras que Brasil es el primer mercado de los productos argentinos», recordó el líder del Partido de los Trabajadores (PT). A su vez destacó iniciativas que están buscando en conjunto ambos países, como la «adopción de una moneda para el comercio» que «no elimine» las monedas de cada nación.
Participó de la actividad el embajador en ese país, Daniel Scioli, poco después de haber declinado sus aspiraciones presidenciales para favorecer la unidad del oficialismo, ya que se terminó de acordar la fórmula integrada por el ministro de Economía, Sergio Massa, y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.