El crimen de la policía porteña Maribel Nélida Salazar volvió a poner en escena la utilización de las 60 pistolas Taser que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta compró en mayo de 2021 pero que no fueron aprobadas por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
«¿Quieren debatir las Taser? Debatámoslas seriamente, en el marco de una política de Estado», indicó la legisladora porteña del Frente de Todos (FdT) Claudia Neira, para quien es «muy desagradable» tener que discutir esta nueva herramienta disuasiva «sólo» cuando ocurre una tragedia, provocando que «las discusiones se den mal».
«¿Tengo que discutir las Taser sí o no en relación al fallecimiento de esta oficial?», se quejó Neira en diálogo con Somos Radio, y agregó que también existen otras armas no letales como el gas pimienta, que «podrían tener» los efectivos policiales «que andan en la calle».
Las pistolas Taser, que provocan una descarga eléctrica de 400 volts que inmoviliza durante cinco segundos a quien recibe el disparo, son definidas por el Comité contra la Tortura de la ONU como provocadoras de «un dolor intenso» y constituyen «una forma de tortura y en algunos casos puede causar la muerte».
El exsecretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks, dijo en declaraciones a Télam que «es una hipocresía absoluta. Son los encargados de formar a una policía y el único instrumento que se les ocurre es la Taser».
Para el actual embajador argentino en Ecuador «la discusión» en torno a estas armas luego del asesinato de una policía representa un «punitivismo demagógico» con el que «se instala un debate ficticio y mentiroso».
«En ningún lugar del mundo todos los policías usan Taser. La capacidad de uso sería 1 cada 1.000 efectivos. Por lo tanto, no hay ninguna ecuación matemática para pensar que esa policía iba a tener una pistola de esas», agregó.
Pese a que un informe de Amnistía Internacional (AI) indicó que de los 334 fallecidos en Estados Unidos por el uso de las Taser entre 2000 y 2007 sólo 33 portaban armas y sólo 4 eran de fuego, el ministro de Seguridad porteño en licencia, Marcelo D’Alessandro, consideró que estas armas son una «herramienta clave para cuidar a la gente».
«El enfrentamiento podría haber sido controlado con una pistola Taser. Hace dos años compramos 60 unidades, pero el gobierno kirchnerista las bloqueó con el festival de excusas truchas que usan para defender delincuentes», tuiteó D’Alessandro, ministro que pidió licencia tras la filtración de chats con Silvio Robles, secretario del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
También se sumaron a D’Alessandro y pidieron en redes sociales el uso de estas pistolas el diputado de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, y el secretario de Asuntos Públicos porteño, Waldo Wolff.
«Con una Taser pudo haberlo reducido, pero este modelo anti-policía nos sigue costando vidas», indicó López Murphy, mientras Wolff pidió que «la burocracia gubernamental apruebe urgente» la entrada de estas armas.
Para Fuks, Wolff es «un caradura y un carroñero» que quiere «reemplazar» a D’Alessandro en su puesto como ministro de Seguridad porteño y dijo que por eso «hace declaraciones de un tema que no conoce».
En esa línea también se expresó el legislador porteño del FdT, Juan Manuel Valdés, quien consideró como «lamentables» los dichos de D’Alessandro.
«Debería llamarse a silencio o hacer lo que debió hacer el primer día, que es renunciar y dejar que la ciudad vuelva a tener un ministro de Seguridad para que alguien cuide a los efectivos de la Policía de la Ciudad y para hacerse cargo cuando hay un hecho de estas características», dijo Valdés a Télam.
El diputado criticó la gestión del área de Seguridad de la ciudad -que recientemente fue presentada por Larreta como «la más segura de Latinoamérica»- e hizo mención a que la semana pasada una niña de 4 años murió de un disparo en el pecho al quedar en medio de un tiroteo en el barrio porteño de Bajo Flores.
«Es lamentable que el ministro esté jugando a la política en lugar de dar un paso al costado y que asuma alguien con un verdadero compromiso con la fuerza y con la seguridad de los porteños», apuntó.
En tanto, la diputada del PRO, Silvia Lospennato, también criticó al Gobierno nacional por «retener las pistolas» y «despreciar» el trabajo de las fuerzas de seguridad.
«Cuidar a los que nos cuidan es nuestra obligación. ¡Por una vez pónganse del lado correcto de la historia!», indicó la diputada en su cuenta de Twitter, donde fue cruzada por Fuks.
«No tenés la menor idea de lo que estás hablando ni la menor inducción sobre Seguridad Ciudadana. ¿Cuántos policías hay en la Ciudad de Buenos Aires? Casi 30.000. ¿Cuántas Taser hay en discusión? De 60 a 150. ¿Por qué ella tendría una?», cuestionó el exsecretario. (NA)