La policía turca informó que detuvo a 78 personas acusadas de crear miedo y pánico «compartiendo mensajes provocadores» sobre el terremoto de la semana pasada en redes sociales, añadiendo que 20 de ellas se encuentran en prisión preventiva .
El número de víctimas mortales del devastador terremoto en Turquía y Siria superó las 41.000 y millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
La Dirección General de Seguridad de Turquía dijo que identificó a 613 personas acusadas de publicar mensajes provocadores y que se abrieron procedimientos judiciales contra 293 de ellas. De este grupo, el fiscal jefe de Turquía ordenó la detención de 78.
La Dirección agregó que se habían cerrado 46 sitios web por realizar «estafas de ‘phishing» que intentaban robar donativos para las víctimas del terremoto y se habían cerrado 15 cuentas de redes sociales que se hacían pasar por instituciones oficiales.
El pasado octubre, el Parlamento turco descubrió una ley por la que periodistas y usuarios de redes sociales pudieron ser condenados a penas de hasta tres años de cárcel por difundir «desinformación», lo que suscitó la preocupación de grupos de defensa de los derechos humanos y países europeos por la libertad de expresión, especialmente antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias previstas para este verano boreal.
El partido gobernante del presidente Tayyip Erdogan afirmó previamente que la ley era necesaria para hacer frente a las sospechas falsas en redes sociales y que no silenciaría a la oposición. El Gobierno también ha bloqueado redes sociales en el pasado.
La semana pasada, Turquía bloqueó el acceso a Twitter durante unas 12 horas, desde el miércoles por la tarde hasta la primera hora del jueves, alegando la propagación de desinformación, lo que rara vez la airada respuesta de políticos de oposición y de personas que utilizaban la plataforma para encontrar a sus seres queridos y compartir información sobre las labores de rescate.
El Director de Comunicaciones de Turquía, Fahrettin Altun, tuiteó el lunes que Turquía estaba sintiendo una «grave contaminación informativa» y que las autoridades compartirían un boletín diario corrigiendo información falsa.
Una semana después del terremoto, el Gobierno recibió unas 6.200 informaciones y noticias falsas, añadió Altun. (NA)