Determinados corralones de la provincia de Neuquén mantuvieron sus precios paralizados ante la suba del dólar, esta última semana, ya que el sector mayorista no les brindaba «precios de referencia». Uno de ellos, fue el corralón Cura Calquín de Plottier y su dueño, Claudio Borella, indicó en declaraciones radiales que si bien «el martes no hubo problemas para comprarle a algunos proveedores, el aumento se acentuó entre un 25 y un 30%».
«Lo bravo estuvo el día lunes donde había una incertidumbre tremenda porque nos despertamos con un dólar que no era el del viernes», explicó Borella. Asimismo, lamentó que hubo clientes que fueron a comprar y no pudieron «cerrar la operación», la cual habían acordado con dos semanas de anticipación, por la inestabilidad de los precios.
Para tomar dimensión de la problemática, Borella advirtió que comparando las ventas de agosto del año pasado con las de este año estas fueron «claramente menores» y que prevé que en los próximos meses se registre un fenómeno similar.
En ese contexto, el comerciante consideró que lo más difícil es «la carga de impuestos» y «los sueldos bajos de los empleados». Por ello, aseguró que «tenemos que tratar de ver cómo, entre el comerciante y el gobierno, le ponemos más dinero en el bolsillo a los empleados porque sino el sostenimiento mensual de la familia no es posible y no hablamos de querer crecer».