Tras conseguir el quórum para habilitar la sesión con la ayuda de otros bloques de la oposición, Juntos por el Cambio fracasó en su intento de derogar la Ley de Alquileres, aunque todavía le queda la carta de aprobar su propio dictamen de minoría para reformar la normativa vigente.
El intento fallido de derogar la ley se debió a la imposibilidad de reunir las dos terceras partes de los votos requeridos para habilitar sobre tablas el tratamiento de los expedientes sin dictamen: fueron 124 votos a favor y 110 votaron en contra.
Luego de este paso el falso, se pasará a votar el dictamen de mayoría del Frente de Todos, que no tendría el número para aprobarlo.
El oficialismo propone sostener los pilares centrales de la actual ley con los tres años de duración de los contratos y la actualización anual de los precios en base a indicadores fijos como el IPC y el RIPTE.
La única novedad es que incorpora una serie de incentivos fiscales para los propietarios, de modo tal de estimular la oferta de inmuebles en alquiler y paliar el fenómeno que se viene dando aceleradamente de retiro de viviendas del mercado.
El dictamen de minoría que se votará a continuación, que es impulsado por Juntos por el Cambio, es bastante más laxo en las condiciones, volviendo prácticamente a lo que establece el Código Civil y Comercial de dos años de plazo de los contratos e indexación en base a indicadores que acuerden libremente las partes.