Independiente aprovechó sus momentos y venció a Gimnasia y Esgrima La Plata por 2 a 1 en un atractivo encuentro que disputaron esta tarde, en el Bosque, en el marco de la tercera jornada de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.

El defensor Mauricio Isla, a los 8 minutos de la primera etapa, y Matías Giménez, a los 43 del complemento, le dieron el triunfo a los de Avellaneda, mientras que Joaquín Laso, en contra a los 49, descontó para el local.

El conjunto dirigido por Carlos Tevez sumó su segundo triunfo en fila desde su llegada, y se quedó con tres puntos de oro en la lucha por no descender, ya que le sacó cuatro unidades de ventaja a su rival. Además, el «Rojo» volvió a ganar en el Bosque luego de 12 años.

En el inicio del encuentro, fue Gimnasia el que avasalló a los de Avellaneda con un juego intenso en el que intentó forzar el error del rival, pero no logró ser lo suficientemente punzante para vencer la resistencia del arquero Rodrigo Rey.

A contra partida, Independiente en la primera acción que tuvo para salir del ahogó, facturó: desde un lateral, Matías Giménez aguantó la pelota, tocó para Alexis Canelo, quien desde el punto penal, asistió a Isla que de cachetada con un tiro rasante puso el 1 a 0.

Esto motivo al equipo de Tevez que hilvanó una serie de acciones colectivas en la que pudo haber estirado la diferencia, pero el arquero Tomás Durso respondió de grata manera para evitar una nueva caída de su valla.

Posteriormente, hubo lugar para la polémica, en la que se vio afectado Independiente: primero por el pedido de expulsión para Rodrigo Saravia quien le pegó dos patadas a Lucas «Saltita» González cuando estaba en el suelo y luego por penal de Leonardo Morales sobre Canelo. Ambas acciones fueron obviadas por el árbitro Leandro Rey Hilfe y el VAR.

En el complemento, el entrenador del local Sebastián «Chirola» Romero mandó a la cancha a Lucas «Pata» Castro, quien con su experiencia y clase le cambió la cara a Gimnasia y se adueñó de los hilos del encuentro.

Aunque el protagonismo fue del «Lobo», Independiente repitió la fórmula de la primera etapa y coqueteó con el segundo tanto en un interesante contragolpe que tuvo una pared entre el tándem Canelo – Mancuello y, este último, estrelló su remate en el palo.

Posteriormente, Gimnasia se hizo amo y señor del partido, para esto se apoyó en la simpleza y experiencia de Castro, en el juego «endiablado» de Benjamín Domínguez (una pesadilla por la banda izquierda para los defensores) y en la movilidad de sus delanteros.

Por su parte, Independiente resistió, logró salir del asedio, y en una notable jugada individual de Giménez -a pura gambeta- marcó un golazo para poner la historia 2 a 0, sin embargo, en el final, Laso en contra descontó para Gimnasia que volvió a perder y se hunde en los puestos que luchan por no descender.