El presidente estadounidense, Joe Biden, recibirá a líderes de los países sudamericanos en una cumbre el 3 de noviembre, en la que reafirmará su compromiso de cooperación en materia de crecimiento económico y lucha contra la migración irregular, informó este viernes la Casa Blanca. Durante una cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, Biden también hablará de los compromisos para fortalecer y ampliar los esfuerzos de Estados Unidos destinados a impulsar el crecimiento económico regional, dijo la secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
La cita de líderes se producirá más de un año después de que Biden firmara una declaración no vinculante en una reunión anterior -denominada «Cumbre de las Américas»- donde 20 países de la región acordaron un conjunto de medidas para enfrentar la crisis migratoria. En los últimos años, un número récord de migrantes cruzó ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, y cientos de miles de personas se dirigen al norte después de atravesar una peligrosa región selvática conocida como el Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá.
La situación fue impulsada -en parte- por un fuerte aumento de venezolanos que huyen de la inestabilidad económica y política en su país de origen. El anuncio de la última cumbre se produce después de que esta semana la administración de Biden redujo las sanciones al sector petrolero de Venezuela, en respuesta a un acuerdo electoral alcanzado entre el Gobierno y los partidos de oposición. Al mismo tiempo, Estados Unidos reanudó las deportaciones a Venezuela, que estuvieron suspendidas por mucho tiempo.
Desde que asumió el cargo en 2021, Biden, un demócrata, abrió una serie de nuevas vías legales para los migrantes y al mismo tiempo adoptó algunas medidas fronterizas más restrictivas, que hacen eco de las políticas de su predecesor republicano, Donald Trump. Como parte del esfuerzo por promover la migración legal, la administración de Biden estableció una serie de las llamadas «Oficinas de Movilidad Segura» en Colombia, Costa Rica, Guatemala y, más recientemente, en Ecuador, a fin de acelerar el procesamiento de refugiados y otros permisos humanitarios y de empleo.
La anterior cumbre para atender la migración, celebrada en Los Ángeles en junio de 2022, fue rechazada por el presidente de México después de que los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua fueran excluidos.