Boca irá el próximo sábado al estadio Maracaná para enfrentar a Fluminense en busca de su séptima Copa Libertadores, y aunque esta será la cita más importante para el plantel de Jorge Almirón, también significará una revancha personal para tres futbolistas que en el pasado quedaron a un paso del éxito.
Sergio «Chiquito» Romero, Marcos Rojo y Luis Advíncula se privaron de celebrar en el mítico recinto, que en esta oportunidad albergará a unas 80 mil personas, en las que serán 20.000 localidades para los fanáticos de Boca y la misma cantidad para Fluminense, mientras que los restantes compraron plateas en sectores «neutrales».
Tanto «Chiquito» Romero como el ex defensor de Estudiantes de La Plata, que tendrá que alentar a sus compañeros desde afuera porque fue expulsado en las semifinales contra Palmeiras, perdieron la final del Mundial 2014 con la Selección argentina. Mientras que el peruano fue subcampeón de en Río de Janeiro con su selección nacional en la Copa América 2019.
Romero, que venía de ser figura en la tanda de penales por las semifinales ante Holanda (hoy Países Bajos), tuvo una correcta actuación aquel domingo 13 de julio en el Maracaná hasta el tanto de Mario Götze en el minuto 113.
En la actualidad, el oriundo de Misiones con sus 36 años atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera y es pilar en el equipo de Almirón. «Confío y tengo una fe ciega de que las cosas se nos van a dar y la vamos a ganar. Cuando uno va con confianza y esa tranquilidad de que siente adentro que las cosas van a ir bien, ya estoy contento. O sea, ya voy contento al partido», expresó el arquero en las últimas horas.
Por su parte, Rojo irrumpió en aquel recordado equipo nacional de un Alejandro Sabella que lo había tenido en Estudiantes y, disputó todos los minutos de los seis encuentros en los que fue titular durante la Copa del Mundo 2014.
Su única ausencia fue en el duelo ante Bélgica por los cuartos de final, donde faltó por acumulación de tarjetas amarillas (José María Basanta lo sustituyó). “Me dolió mucho. Me pierdo la final que tanto deseaba jugar. Ahora, a apoyar a mis compañeros”, expresó Rojo luego de la clasificación de Boca ante Palmeiras.
El recuerdo agradable para el capitán del «Xeneize» data de 2009, cuando besó la Libertadores con el Pincha. Pese a no haber disputado minutos en las finales ante Cruzeiro, Rojo dio la vuelta en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Además, Advíncula desde su llegada a Boca superó la marca de tres títulos a nivel personal que tenía con Sporting Cristal (todos nacionales). En el conjunto de La Ribera ya levantó la Copa Argentina 2019/2020, la Copa de la Liga 2022, la Liga Profesional 2022 y la Supercopa Argentina 2022.
Sin embargo, el salto de calidad se lo daría la Libertadores, donde fue trascendental con un golazo ante Deportivo Pereira que resucitó al equipo azul y oro en su momento más crítico de la competición y el año.
Pero su magro recuerdo se remonta a la Copa América de 2019, en la que Perú cayó en la final ante el local Brasil por 3 a 1. En aquel certamen, el defensor disputó absolutamente todos los minutos en los seis cotejos que afrontó el cuadro conducido por Ricardo Gareca, de discreta actuación en la fase de grupos (empate sin goles con Venezuela, triunfo ante Bolivia y goleada 5-0 en contra con Brasil), pero que despertó en cuartos con la tanda de penales ganada a Uruguay y en semis con un contundente 3-0 frente a Chile.
En la final se le escapó la que hubiera sido la tercera estrella continental para Perú: con tantos de Everton, Gabriel Jesús y Richarlison (había igualado transitoriamente Paolo Guerrero, de penal), los brasileños se impusieron 3-1 en el Maracaná.