El barrio que fue denominado Altos del Neuquén es relativamente nuevo, por lo que la mayoría de los lotes tienen construcciones a medio hacer, y muy pocas personas viven en el sector.
Debido a esto, los delincuentes aprovechan y roban ladrillos, alambres, chapas y hierros. Los vecinos comentaron que los hechos se dan tanto de día como de noche y que con total impunidad los delincuentes cargan los materiales o se los llevan en la mano en el caso de los alambres.
En varias oportunidades son interceptados por la policía que se encuentra en el sector, ya que hace poco inauguraron una posta policial, pero en otra se salen con la suya y huyen con lo robado.