El túnel tiene un techo triangular y fue «descubierto en la cara norte de la Gran Pirámica del rey Keops», declaró el ministro de Turismo, Ahmed Issa, en Guiza, la meseta donde se sitúa el mausoleo construido hace más de 4.500 años.
El descubrimiento se realizó gracias al proyecto ScanPyramids, una misión científica internacional que estudia el interior de las pirámides sin necesidad de excavaciones.
En el proyecto colaboran universidades francesas, alemanas, canadienses y japonesas, además de un grupo de expertos egipcios.
La misión analiza el interior de la pirámide desde 2015 gracias a tecnologías de punta que permiten ver a través de las estructuras.
Estas herramientas logran detectar posibles vacíos o estructuras internas desconocidas.
Según el arqueólogo Zahi Hawass, que dirige el comité científico que supervisó el proyecto, es «muy posible» que el túnel «protega alguna cosa».
«En mi opinión, protege la verdadera cámara funeraria del rey Keops», dijo el que fue también exministro de antigüedades del país.
La pirámide de Keops, la más grande de las tres pirámides de Guiza, es la última de las siete maravillas del mundo antiguo que sigue en pie.
El monumento, de 139 metros de altura y 230 de ancho, se alza en la meseta de Guiza junto a la Esfinge y las pirámides de Kefrén y Micerinos.
En 2017, los científicos de ScanPyramida habían revelado la presencia de un inmenso hueco en la pirámide, del tamaño de un avión de pasajeros.