Trabajadores del servicio de Adicciones del Hospital Castro Rendon, anunciaron a través de un comunicado la reducción de algunos servicios y suspensión de otros, hasta tanto dispongan de un edificio que permita brindar atención “de calidad y en “condiciones dignas” de trabajo.

De esta manera el servicio médico y psicológico de atención de adicciones de mayor envergadura de la provincia, se verá casi paralizado desde la fecha, con la suspensión de nuevas admisiones y de los espacios grupales y reducción al mínimo de interconsultas intrahospitalarias y de atención ambulatoria programada, pasando a ser una atención mínima.

Se trata de reclamos al ministerio de Salud de vieja data, que los profesionales del área vienen denunciando por situaciones de precariedad existentes en el sistema de salud, vulnerando derechos de los usuarios de salud mental y poniendo en riesgo la vida propia y la de terceros.

Entre los reclamos, se destaca la ausencia de espacios de internación para mujeres con consumos problemáticos de sustancias, siendo que en ocasiones la dinámica del tratamiento lo requiere.

Por último, el comunicado expresa que, “Nos vemos forzados a dejar la locación actual” la casa ubicada en Sargento Cabral 60, “a la espera de un nuevo edificio que cuente con lo necesario para brindar atención de calidad y con el número actual de consultorios externos de servicio” y se fija como fecha límite para resolver la problemática el 1 de febrero de 2024.