La municipalidad de Cinco Saltos contrató a Valeria Solange Contreras como cumplimiento del cupo laboral trans hace más de 5 años. Le otorgaron el puesto de maestranza y desempeñó sus tareas hasta diciembre del 2023, cuando la despidieron por el cambio de gestión municipal.
En diálogo con Noticias 7, Contreras expresó: «Al principio no me querían tomar, pero me asesoré con una concejal y me dijo que no habían tomado a nadie del cupo laboral trans, entonces volví y a las dos semanas me contrataron. Fui la primera persona trans en ingresar a una dependencia pública en la región con la gestión de Germán Epul».
Una vez que ingresó a la municipalidad se desempeñó en maestranza con la limpieza de las oficinas y dependencias públicas. Con la promulgación de la ley N°27.636 de Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero el 24 de junio del 2021 comenzó la apertura de oficinas de diversidad y género en el municipio de Cinco Saltos.
«Cuando ingresé me dieron los trabajos que yo podía hacer, lo más básico que fue de limpieza, maestranza. Cuando se abrieron las oficinas de género yo solicité un cambio de puesto para que yo pueda ayudar desde mi conocimiento, desde mi experiencia de vida. Tanto Germán Epul como Liliana Alvarado que estaba como intendenta en ese momento lo rechazaron», indicó Contreras.
Valeria, de 41 años, indicó que sufrió un accidente laboral que le provocó lesiones en los codos y la posterior asistencia a rehabilitación con kinesio. Ella presentó el certificado médico que le otorgaba licencia hasta el 12 de diciembre del 2023, sin embargo a partir del 10 de diciembre le dieron de baja su contrato de trabajo.
«Ellos me dejaron sin trabajo yo estando con certificado médico. Yo fui a hablar con Enrique Rossi, le informé del accidente laboral, me dijo que presente el certificado en recursos humanos y me lo rechazaron. Cuando volví a contactarme me dijo que las oficinas de diversidad ya no iban a existir, que se convertirían en oficinas de familia», manifestó Valeria.
Actualmente Valeria Contreras no tiene trabajo, ni ningún tipo de ingreso económico, por esta razón después de año nuevo comenzó a asistir al basural para recolectar aluminio y poder adquirir dinero para alimentarse.
Y agregó: «Últimamente he ido a buscar aluminio al basural para poder alimentarme. Arranqué después de las fiestas, para poder tener un ingreso para comer. Es más hasta los recolectores de basura me han visto y me saludan, porque antes éramos compañeros de trabajo».
«Hasta el día de hoy le sigo escribiendo al intendente, lo que hizo fue jugar con mi necesidad laboral, porque él sabe que las personas trans es muy difícil conseguir trabajo. Para una chica trans volver a trabajar en la ruta, porque no tenemos otras posibilidades laborales, lo único que me queda es volver al trabajo sexual y esas condiciones son muy duras para nosotras», concluyó Contreras.