Bomberos de Centenario le salvaron la vida a un niño

Un integrante del Cuartel de Bomberos le realizó la maniobra de heimlich al niño y pudo volver a respirar.   Un niño descendió de un automóvil sin signos vitales, su padre lo bajó con rapidez al Cuartel de Bomberos de Centenario para que le salven la vida. Los bomberos recibieron al niño de un año […]

Un integrante del Cuartel de Bomberos le realizó la maniobra de heimlich al niño y pudo volver a respirar.

 

Un niño descendió de un automóvil sin signos vitales, su padre lo bajó con rapidez al Cuartel de Bomberos de Centenario para que le salven la vida. Los bomberos recibieron al niño de un año y medio y le aplicaron la maniobra de heimlich para desobstruir sus vías aéreas,  hasta que el llanto del niño se hizo presente.

Patricio Alvarez, Bombero del Cuartel de Centenario en diálogo con Radio 7 expresó: “Las secuencias son todas iguales, la llegada de un vehículo a toda velocidad, abren las puertas muy rápido pidiendo ayuda, al niño de un año y medio lo estaban amamantando y no tenía ningún tipo de reacción, el papá se lo entrega a mi compañero, cuando comienza a ejecutar la maniobra de desobstrucción de vía aérea, el nene empezó a llorar”.

El padre de Alexander explicó que el niño estaba siendo amamantado cuando notaron que no tenía reacción, cuando confirmaron que no estaba respirando, se dirigieron con velocidad hacia el cuartel de bomberos.

“Inmediatamente que se ve cuando el vehículo frena frente al portón principal se activa la alarma interna y automáticamente salimos al recibimiento, en este caso de este niño que necesitaba ayuda. Tenemos la tranquilidad porque nuestro personal se entrena y se prepara para este tipo de situaciones, hemos trabajado mucho con primeros auxilios y RCP” indicó el bombero de Centenario.

Patricio Alvarez relató que cuando su compañero comenzó a ejecutar la maniobra de heimlich en el niño, Alexander inmediatamente comenzó a llorar. Por lo que se analizó si la congestión nasal y pulmonar motivó la obstrucción de sus vías aéreas.

“Charlábamos con su papá, como estaba con mucho moco, tos y flema, inclusive tapó sus fosas nasales y eso evita que respire como corresponde. Sobre todo cuando están tomando el pecho, que no respiran tan bien” agregó Alvarez.

El bombero también relató que estas situaciones de menores de edad que llegan con signos de ahogamiento son cada vez más frecuentes. Las edades van desde meses de vida hasta los dos años, que llegan al cuartel por obstrucción de vías aéreas ya sea por líquidos, chupetines, golosinas, entre otros objetos.

“Su papá estaba desesperado porque nos relataba que cuando lo miró sus ojos estaban prácticamente dado vueltas y no tenía ningún tipo de reacción, no dudó en salir a pedir ayuda y gracias a Dios esta situación se pudo resolver a favor de la vida” concluyó Alvarez.

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