El candidato republicano pudo haber sido asesinado el sábado, pero terminó herido en una oreja.
El atentado que pudo costarle la vida al expresidente de los Estados Unidos Donald Trump pareció haber obrado como disuasivo de la pirotecnia verbal entre los candidatos presidenciales, el mencionado y Joe Biden, actualmente a cargo de la primera magistratura. «Esta es una oportunidad para unir a todo el país, incluso al mundo entero. El discurso será muy diferente, muy diferente de lo que hubiera sido hace dos días», comentó Trump al Washington Examiner.
Biden también expresó el domingo, en un discurso televisado desde la Casa Blanca: «No hay lugar en los Estados Unidos para este tipo de violencia, para ningún tipo de violencia. Punto. Sin excepciones. No podemos permitir que esta violencia se normalice». «La retórica política en este país se ha vuelto muy acalorada. Es hora de calmarla», instó el primer mandatario quien se postula para reelección y no baja su candidatura, a pesar de las gestiones demócratas en ese sentido.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluso habló el mismo sábado por teléfono con el expresidente Trump, después de que este último resultara herido en un tiroteo en un mitin de campaña en Butler, en el estado de Pensilvania, todo según información de medios de los Estados Unidos y el mundo.