El operativo policial en la meseta detrás de la Autovía Norte en Neuquén, que generó gran expectativa en la búsqueda de Luciana Muñoz, finalmente concluyó con la confirmación de que el montículo sospechoso, hallado esta tarde, contenía los restos de un perro muerto. La noticia alivia, aunque también deja un sentimiento de frustración entre la familia y amigos de la joven, desaparecida desde el 13 de julio.

Todo comenzó cuando dos hombres que paseaban a sus perros notaron un montículo de tierra y un fuerte olor fétido en la zona, lo que despertó sospechas sobre la posibilidad de un hallazgo relacionado con la desaparición de Luciana. Al acercarse, descubrieron un pozo de aproximadamente dos metros de profundidad y una frazada parcialmente enterrada, lo que motivó un rápido despliegue de fuerzas policiales y bomberos.

Las autoridades actuaron con extrema cautela, perimetrando el área y siguiendo todos los protocolos establecidos para estos casos. El equipo de Criminalística, junto con bomberos del cuartel número 6, excavó minuciosamente el lugar, tratando la escena como si se tratara de un hallazgo de restos humanos. En un principio se presumía que se trataba de la joven desaparecida hace 64 días. Frente a la intensa búsqueda de la joven es que presumieron que podía ser ella. La Policía mantuvo la precaución de tratar el hallazgo con estricta seriedad en todo momento y se resguardo la escena como si fuera la de un crimen.

Sin embargo, tras horas de trabajo y análisis de la zona, se confirmó que lo que estaba enterrado era un perro muerto, y no un cuerpo humano, como se temía inicialmente. La situación generó alivio entre las autoridades, aunque para la familia de Luciana Muñoz, presente en el lugar, fue un momento de profunda angustia y desilusión. La que estuvo presente y a quien se la vio consternada por el despliegue policial fue la abuela de Luciana, Mirta.

“Que no sea”

Mirta, la abuela de Luciana, fue una de las primeras en llegar al sitio cuando se dio a conocer el hallazgo. Aunque mantenía la esperanza de obtener respuestas, el descubrimiento de que se trataba de un animal enterrado fue devastador. “No quiero encontrarla así”, había dicho entre lágrimas antes de conocer el resultado final del operativo. Y antes de que se confirmara que no era Luciana, la mujer sólo repetía “Que no sea, que no sea”.

La zona ha sido recorrida en varias ocasiones por familiares y amigos de Luciana, así como por la policía, sin que se hubiera detectado previamente algo sospechoso. Aunque este hallazgo resultó ser un falso indicio, la búsqueda de Luciana continúa, con la misma intensidad y con la misma esperanza de encontrar alguna pista que lleve a su paradero.

Este operativo, que generó gran expectativa en la comunidad, fue finalmente descartado como una pista en la investigación. Aunque las autoridades mantuvieron el rigor y la cautela durante el proceso, el resultado fue negativo.

Nuevo revés en la investigación: ADN negativo

La esperada prueba de ADN en la causa de Luciana Muñoz, desaparecida desde hace dos meses, ha revelado que las manchas de sangre encontradas en dos viviendas y un vehículo no pertenecen a la joven. El informe descartó que las manchas sean de Luciana. 

Los resultados del análisis de ADN fueron recibidos con gran expectativa por los investigadores, quienes esperaban que las pruebas arrojaran pistas cruciales sobre el paradero de la joven. Sin embargo, el informe reveló que las muestras de sangre corresponden a un hombre, según una fuente cercana a la investigación.

Las muestras fueron halladas en la vivienda del exnovio de Luciana, Maximiliano Avilés, y en la casa de un dealer, así como en un vehículo. En un principio se sospechaba que las manchas podrían estar relacionadas con Luciana, lo que podría haber dirigido la investigación hacia uno de los sospechosos. Pero los resultados confirmaron lo contrario.

El resultado negativo en la causa de Luciana Muñoz ha llevado a los investigadores a considerar otras pericias para continuar la búsqueda, ya que la hipótesis de un posible crimen sigue en pie.