Por la Dra. Laura Kalerguiz*
La nueva moratoria previsional o «Plan de pago de regularización de deuda previsional» que se aprobó la semana pasada y aún no está en vigencia porque falta la reglamentación para implantarla, requerirá de una evaluación socio-económica de los solicitantes para determinar si pueden ser acreedores del beneficio de acogerse a la moratoria y así completar los años que le faltan para jubilarse.

Como en otra moratoria, la Anses -que está trabajando en la reglamentación- impondrá un tope de ingresos, gastos y patrimonio. Esos datos serán cruzados con los registros de AFIP, el Registro de la Propiedad Inmueble y Automotor y el sistema bancario, entre otros.
Desde la Anses están trabajando en los valores que serán los topes para inscribirse.
Con estos requisitos se busca que no accedan a la moratoria los sectores de altos ingresos, para quienes una jubilación de haber mínimo no tiene carácter alimentario.

Según lo que se aplicó en otras moratorias, quedarán excluidas aquellas personas que paguen el impuesto a los bienes personales y aquellos autónomos inscriptos bajo el régimen IVA responsable inscripto.
Así, se puede dar la situación de alguien que tiene un sueldo alto al momento de solicitar la jubilación pero no llega a los 30 años, razón por la cual necesita la moratoria: en este caso deberá esperar un año para inscribirse, ya que la Anses toma los ingresos del último año.

Se trata de una situación muy injusta, porque que la persona tenga un sueldo por encima del salario mínimo, al solicitar la jubilación, está demostrando que necesita la moratoria porque no tiene los aportes y además dejará de percibir ese ingreso porque tendrá que jubilarse.
* Laura Kalerguiz es periodista en Telefe Noticias y abogada previsionalista – Matrícula CPACF T 70 F 987