Adriel Antonio Guerrero, de 31 años, enfrentará un juicio ante un tribunal colegiado por haber intentado asesinar a su expareja en un brutal ataque con arma de fuego en la ciudad de Neuquén. La fiscal del caso, Silvia Moreira, junto al asistente letrado Pablo Jávega, imputaron al acusado por intento de femicidio triplemente agravado: por el vínculo, por violencia de género y por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa.
El hecho ocurrió el 12 de diciembre de 2023 en el barrio Villa Ceferino, cuando Guerrero llegó a la vivienda de su expareja para dejar a uno de sus hijos en común. En ese momento, intentó retomar la relación, pero ante la negativa de la mujer, la atacó violentamente. Primero, la tomó del cuello y le advirtió: “Te voy a matar”. Luego, sacó un revólver y le disparó en la cabeza. A pesar de estar herida en el suelo, Guerrero efectuó dos disparos más: uno en el hombro y otro en el abdomen.
La víctima, logró pedir ayuda a uno de sus hijo antes de desvanecerse. Fue trasladada al hospital en grave estado, mientras Guerrero huyó a la casa de sus padres. Allí, intentó suicidarse disparándose en la cabeza, pero la bala solo lo rozó. La policía lo detuvo minutos después y fue dado de alta al día siguiente, tras recibir atención médica. El arma utilizada en el ataque aún no ha sido hallada, aunque los investigadores encontraron un cartucho calibre 38 en la vivienda de Guerrero. El acusado quedó formalmente imputado por el intento de homicidio agravado.
Trampa Mortal
Durante la audiencia de imputación, la fiscal Moreira explicó que la relación de pareja estuvo marcada por violencia física y psicológica. Guerrero no aceptaba la separación y que su expareja pudiera rehacer su vida sin él. La funcionaria judicial también reveló que Guerrero ya había enfrentado un proceso judicial previo por lesiones leves agravadas por el uso de un arma de fuego. Había sido beneficiado con una suspensión de juicio a prueba este mismo año, pero no estaba cumpliendo las condiciones impuestas por la justicia.
Dada la gravedad de los hechos, la fiscal solicitó prisión preventiva para Guerrero por seis meses, argumentando que existe un peligro de fuga, riesgo de entorpecimiento de la investigación y amenaza a la integridad de la víctima. Además, pidió que se le prohíba cualquier tipo de contacto con la víctima y su familia durante ese tiempo. La defensa del acusado se opuso, pero el juez avaló la prisión preventiva y las medidas cautelares, aunque por un plazo de cuatro meses, fijando ese mismo período para la investigación del caso.
Guerrero y su expareja convivieron durante 16 años y tienen cinco hijos en común, de entre 13 años y 11 meses de edad. La relación había terminado cinco meses antes que intentara , pero el acusado no había logrado aceptar la ruptura. La fiscal Moreira destacó que esta segunda causa que enfrenta Guerrero podría resultar en una condena de cumplimiento efectivo.
La defensa intentará suavizar las medidas cautelares impuestas, pero la fiscalía mantiene su postura firme debido a los antecedentes y la gravedad del ataque.
El juicio promete ser un proceso clave en la lucha contra la violencia de género en Neuquén, un problema que afecta gravemente a la sociedad. La situación de la víctima y sus hijos ha movilizado a las autoridades para asegurar la protección de la mujer y su entorno.