Estado del galpón de Barrio Belgrano: peligro y descontento

Los vecinos del barrio Belgrano y la comunidad educativa de la Escuela 207 enfrentan una creciente crisis tras el incendio del galpón que sigue generando riesgos significativos. La situación, que ha persistido desde el siniestro, pone de manifiesto la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades. Recientemente, un nuevo colapso estructural del galpón ha […]

Los vecinos del barrio Belgrano y la comunidad educativa de la Escuela 207 enfrentan una creciente crisis tras el incendio del galpón que sigue generando riesgos significativos. La situación, que ha persistido desde el siniestro, pone de manifiesto la falta de soluciones efectivas por parte de las autoridades.

Recientemente, un nuevo colapso estructural del galpón ha alarmado a los residentes. El móvil de Radio 7, se acercó, nuevamente, hasta el lugar y se constató que un sector del techo había cedido, aumentando considerablemente el riesgo de accidentes. “El peligro está latente y la estructura sigue cediendo”, comentó un vecino.

La situación ha generado un profundo descontento en la comunidad. Muchos vecinos sienten que sus reclamos no son escuchados. “Ya no creemos que tenga sentido comunicarnos con ellos, porque saben que el galpón se está cayendo y no hacen nada”, explicó otro vecino.

Sin embargo, una reciente decisión judicial podría marcar un cambio. El juez que supervisa la quiebra de la “Casa Humberto Lucaioli” ha aprobado un acuerdo para iniciar las reparaciones del galpón incendiado, lo que representa un alivio para los vecinos preocupados por el uso del lugar por personas en situación de calle.

Este acuerdo involucra a la Municipalidad de Neuquén y al Banco Galicia, constituyendo un paso significativo hacia la recuperación de la estructura. La situación del galpón ha sido crítica desde el incendio, con informes de un riesgo inminente de derrumbe que ha mantenido a la comunidad en un estado de alerta.

La comunidad educativa de la Escuela 207 ha sido una de las más impactadas por el incidente. Ubicada junto al galpón, la escuela tuvo que ser trasladada debido a la inestabilidad de la estructura. “Nuestra mayor preocupación es garantizar la seguridad de los chicos, docentes y familias”, afirmó el director de la escuela, quien ha estado gestionando el retorno a sus instalaciones.

Los desafíos no terminan con el acuerdo. La comunidad sigue preocupada por la lentitud del proceso de reparaciones y la falta de un plan claro. “Esperamos ver acciones concretas pronto”, agregó un padre de familia.

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