La ruta 22 fue cortada hoy en Senillosa en un reclamo de paritarias salariales por parte de los trabajadores del municipio, organizados por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). La protesta se produce tras la falta de respuestas del Ejecutivo ante demandas que incluyen un aumento salarial del 70% y la regularización de descuentos aplicados a quienes participaron en paros anteriores.
En un diálogo con Radio 7, Jonatan Valenzuela, secretario general de la Seccional ATE Senillosa-Arroyito-El Chocón, explicó que la medida de fuerza es parte de un conflicto que comenzó con una conciliación obligatoria el 27 de agosto. Sin embargo, la respuesta del Gobierno fue considerada nula, ya que solo se presentó un director de recursos humanos en lugar de un representante de mayor jerarquía.
La situación se agravó el viernes pasado, cuando, tras liberarse las partes de la conciliación, los trabajadores se encontraron con descuentos en sus salarios por participar en paros previos. “Esto ha generado un clima de descontento creciente”, destacó Valenzuela, quien también señaló que muchos empleados recibieron pagos irregulares que no reflejan la realidad salarial.
Entre los reclamos se encuentra también la necesidad de elementos de trabajo adecuados y la discusión de un nuevo convenio colectivo. A pesar de haber fijado fechas para discutir estas cuestiones, el Ejecutivo no cumplió con la asistencia, lo que provocó una mayor frustración entre los trabajadores.
La medida de fuerza incluye una asamblea general y la decisión de mantener el corte hasta que el Ejecutivo presente una propuesta concreta. Los trabajadores demandan no solo un incremento salarial, sino también la estabilidad laboral de aproximadamente 900 empleados en diversas modalidades de contratación, incluidos 502 en planta permanente.
Valenzuela subrayó que el descontento se acentúa ante la falta de voluntad del Ejecutivo para resolver el conflicto. “No hay ningún ofrecimiento para mitigar la situación”, aseguró, enfatizando que muchos empleados viven en condiciones de vulnerabilidad económica.
Además, se ha denunciado que hubo descuentos injustificados a empleados que se encontraban de vacaciones o con certificados médicos, lo que añade más tensión a la situación. La comunidad de Centenario se mantiene atenta a los desarrollos de este conflicto, que no solo afecta a los trabajadores, sino también a los servicios que depende de ellos.
La movilización en la ruta 22 es un claro indicio de la creciente frustración de los trabajadores municipales y de su disposición a seguir luchando por sus derechos hasta obtener una respuesta satisfactoria del Gobierno. Las próximas horas serán cruciales para determinar si el Ejecutivo se abrirá al diálogo o si la situación escalará aún más.