Hay un viejo dicho en el interior neuquino que afirma que “donde nadie llega, llega vialidad”. El origen se pierde en el tiempo, pero se reafirma cada invierno, cuando los caminos se cierran por la nieve y la única esperanza para recuperarlos suele ser el maquinista, maniobrando con pericia un equipo amarillo de gran porte.

Cada trabajador vial tiene mil historias de ese tipo en su memoria. José Dutsch, actual presidente de la dirección provincial de vialidad, es uno de ellos. Ingresó muy joven al organismo y se jubiló tras años de servicio en el norte neuquino. Gran conocedor de la red vial, fue convocado por el gobernador Rolando Figueroa para asumir un nuevo cargo, con una mayor responsabilidad y el compromiso de siempre: conectar a los neuquinos.

El 5 de octubre pasado volvió a Coyuco-Cochico, el poblado ubicado en el extremo norte de la provincia, para celebrar allí la proeza que comenzó a fines de la década de 1970: Abrir el camino -la actual ruta provincial 53- para evitar el aislamiento de las familias que residían y aún habitan en esos parajes.

El gobernador Rolando Figueroa fue de la partida y al hablar con la gente recalcó que “es muy importante no olvidarse de donde uno viene, rescatar nuestra historia. Por eso la presencia de todas las personas que hicieron el camino hasta acá es muy importante”.

Dutsch recordó que “allá por el año ´78 se inicia la idea de llegar hasta Coyuco. Había necesidad de hacer una ruta. Se contrató una empresa que llegó hasta la bajada de Chadileu, ese lugar tan bonito que vemos con tantas curvas y, a partir de ahí, la gente de Vialidad empezó la obra”. Una vez alcanzado ese objetivo, “había que seguir la ruta porque en realidad había que llegar hasta Raris (antigua denominación de Cochico)”.

Cacho de La Torre, maquinista que participó de la apertura de la traza y movimiento de suelo para la ejecución de esa obra, lo escuchó con atención durante el acto al igual que Baliciano Huani y Abelardo Monjes, los primeros maquinistas que trabajaron en esa ruta y hoy ya están jubilados. Junto a ellos estaba el Ingeniero Enrique Adad, que se desempeñó como director de Conservación y el ex capataz de la ruta provincial 53 -de apellido Benigar- que también fueron convocados al acto.

Cuando llegaron con el camino a Coyuco y a Cochico, continuaron más al norte. “Con un grupo de amigos profesionales que hoy me acompañan, Quique y Rene Martinelli que no pudo venir, iniciamos la aventura de decir por dónde llegamos a Los Cerrillos. Hicimos varias salidas a caballo hasta definir y diseñar por dónde íbamos a hacer la ruta. Una parte la hicimos por administración y otra, por contrato. Y en el año ‘97 pudimos llegar y completamos todo el circuito Cochico”, relató.

¿Por qué eligieron celebrar el día del Camino en ese lugar, casi al límite con la provincia de Mendoza? “Porque representa el esfuerzo y el sacrificio de los viales en su totalidad -aseguró Dutsch-. Más allá que hacemos rutas pavimentadas, para mí esto representa a los viales: Es una obra íntegramente realizada por administración, con máquinas y con equipos nuestros”.

Por eso, cuando llegó la primera máquina vial nueva a la Provincia el directorio de Vialidad decidió destinarla a Coyuco-Cochico, el lugar más alejado de la capital, en donde los operarios mantienen cada día 100 kilómetros de esa ruta provincial 53 para asegurar que los pobladores del Neuquén profundo tengan habilitado el camino para que pase una ambulancia, los niños vayan a la escuela y la Comisión de Fomento pueda cumplir con sus funciones.

“Era una obra importante para mostrarla y para reconocer el trabajo de los viales. Vamos a seguir poniendo esfuerzo. Porque sabemos que la misión que tenemos hoy es transformar la provincia a través de las rutas”, aseguró.

El recuerdo a Don Aria

Por último, Dutch destacó la participación de jóvenes profesionales en el acto ya que pudieron apreciar todo el trabajo de voladura que demandó la apertura de la traza en aquellas épocas: “No había cómo acceder”, recordó y mencionó especialmente a Floro Aria “quien diseñó y empezó esta ruta”, rindiendo homenaje a un hombre que cumplió un rol importante en la región del Alto Neuquén y cuyos hijos asistieron al acto con el gobernador.

“Yo tuve la suerte de estar con Floro. Así que aprendí todas las cosas de la historia del norte con él. Me alegra que hoy esté Laura y sus hermanos acompañándonos, porque la verdad que la gente del lugar, cada vez que uno pasa por un puesto, se acuerda de Floro Aria”.