En una asamblea realizada hoy, Rodrigo Ignacio, de ATE Senillosa, reveló una situación alarmante ocurrida el 9 de octubre. Según Ignacio, fue agredido por seguidores del intendente al ingresar al municipio para una reunión de conciliación. Este episodio, que se produce en un contexto de tensión social, ha despertado la indignación de sus compañeros y la comunidad. La situación se tornó violenta en el municipio, afectando el clima de diálogo entre las partes.
Ignacio relató a Radio 7 que la agresión fue perpetrada por Norberto Paz, hermano del intendente, y Mario Burgos, un funcionario municipal. “Fui emboscado en el ingreso”, afirmó el sindicalista, quien había sido convocado como representante de sus compañeros. La situación se tornó aún más crítica debido a que Ignacio se recupera de una cirugía y se encontraba con un cabestrillo en el brazo.
El secretario general indicó que los atacantes adujeron que no podía participar de la reunión. “Yo fui elegido democráticamente por mis compañeros”, resaltó, subrayando la gravedad del ataque a su integridad física. Además, destacó que el hecho fue registrado por cámaras de seguridad y cuenta con testigos, así como un informe médico que certifica las lesiones sufridas.
Ignacio, visiblemente afectado, comentó que la intención de sus agresores era provocar una reacción violenta de su parte para justificar la suspensión de la mesa de diálogo. “Hay un límite para todo, y cuando atentan contra la integridad de una persona, no hay retorno”, sostuvo.
La secuencia del ataque se desarrolló mientras Ignacio se dirigía a la reunión. “Recibí la llamada de la secretaria adjunta justo al ingresar al edificio. Fue en ese momento que ocurrió todo”, explicó. La tensión se palpó no solo en el ambiente sino también en la reunión posterior, donde los funcionarios provinciales fueron testigos del estado de nerviosismo de Ignacio.
Tras el incidente, Ignacio presentó una denuncia formal, pero hasta el momento no ha habido respuesta por parte de la intendencia ni disculpas de los agresores. “El intendente decía que no sabía nada y pedía disculpas, pero eso no es suficiente”, enfatizó.
Pese a este lamentable suceso, Ignacio confirmó que las negociaciones con el gobierno provincial continúan. El ministro de Trabajo, Pablo Castillo, se comprometió a seguir dialogando para resolver el conflicto laboral. Sin embargo, Ignacio advirtió que las soluciones propuestas son insuficientes, pues no abordan las necesidades de todos los trabajadores.
“Estamos luchando por un acuerdo colectivo, no por soluciones individuales”, aseveró. Aseguró que los trabajadores están agotados tras más de 45 días de reclamos sin respuestas satisfactorias. La próxima reunión está agendada para el jueves al mediodía, donde esperan respuestas concretas.
La violencia en el ámbito laboral es un tema preocupante que pone en jaque el diálogo y la convivencia en el sector público. ATE Senillosa continúa firme en su lucha, exigiendo condiciones justas para todos sus afiliados.