Dormir es una parte importante de la rutina diaria de las personas, es un ejercicio natural que proporciona descanso luego de un arduo día de trabajo que ayuda a recomponer energías para cuidar del cuerpo y la mente pero cuántas horas al día son las adecuadas para dormir para lograr el descanso reparador.

El descanso es transversal a toda la vida humana. Dormir es fundamental para el bienestar físico y mental. Durante el sueño, el cuerpo y el cerebro realizan procesos esenciales que impactan directamente en la salud en general. Son varias las razones que argumentan que dormir y hacerlo las horas necesarias es beneficioso para la salud pero, hay quienes solo siguen sus ganas y no los consejos de la ciencia.

Un estudio hecho recientemente por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido estableció que la cantidad ideal de sueño para una persona adulta varía entre las 7 y 9 horas diarias. Sin embargo, esta recomendación puede variar según factores individuales, como la salud física o mental, así como diferencias biológicas que hacen que algunas personas necesiten menos descanso que otras.

Si bien generalizar no es bueno y tampoco hablamos de una ciencia exacta, hay lugares en donde la gente duerme de noche y de día. Está práctica de descanso por las tardes suele suceder mucho en pequeñas ciudades donde el horario de trabajo se divide en la mañana y la tarde, aunque hay empresas, bancos y trabajos que hacen horario de corrido como en la Ciudad de Buenos Aires.

Hay personas afortunadas que no trabajan por la tarde y toman siestas largas de entre 3 o 4 horas, otras de 20 a 40 minutos y vuelven a sus labores y otras que no duermen y emplean el tiempo en otras actividades como mirar televisión o leer, entre otras. Por eso, cuál es el accionar correcto, cuántos minutos son suficientes para darle descanso al cuerpo y la mente es variable en cada ser pero, sin dudas un buen descanso es esencial para mantener una vida saludable, pero cuántas horas de sueño son necesarias para un adulto.

El sueño es una necesidad biológica que no solo restaura el cuerpo y mente, sino que también protege la salud a largo plazo, ayudando a vivir una vida más equilibrada y saludable.

Cuál es el número ideal de horas de sueño a cumplir para estar bien según la ciencia

La cantidad de horas de sueño recomendadas no es universal y varía con la edad.

Bebés (4 meses a 1 año): de 12 a 16 horas, incluyendo siestas.

Niños pequeños (1 a 2 años): de 11 a 14 horas, con siestas incluidas.

Preescolares (3 a 5 años): de 10 a 13 horas, también con siestas.

Niños en edad escolar (6 a 12 años): entre 9 y 12 horas.

Adolescentes (13 a 18 años): entre 8 y 10 horas.

Adultos (18 años o más): entre 7 y 9 horas.

Dormir las horas adecuadas no solo permite un descanso reparador, sino que también tiene beneficios tangibles para la salud, como la mejora de la función cognitiva, la memoria y el estado de ánimo. Además, un sueño de calidad contribuye a la regulación del metabolismo y el sistema inmune, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

Beneficios de un buen descanso para la salud física y mental de las personas

Recuperación físicamientras la persona duerme, el cuerpo repara tejidos, regenera células y fortalece el sistema inmunológico, lo cual es clave para mantener el cuerpo en buen estado y enfrentar enfermedades o lesiones.

Salud cerebralel sueño le permite al cerebro procesar la información acumulada durante el día, consolidando la memoria y facilitando el aprendizaje. Además, durante las fases profundas del sueño, el cerebro elimina toxinas que se acumulan durante las horas de vigilia, contribuyendo a la salud cognitiva a largo plazo.

Equilibrio emocionaldormir bien mejora además el estado de ánimo y ayuda a regular las emociones. La falta de sueño, por el contrario, puede aumentar la irritabilidad y la ansiedad, afectando la capacidad de manejar el estrés diario.

Rendimiento y productividadUn buen descanso mejora la atención, la concentración y el tiempo de reacción, lo que es crucial para el rendimiento en el trabajo o los estudios. La falta de sueño, en cambio, disminuye la capacidad de concentración y afecta negativamente la toma de decisiones.

Ayuda a prevenir enfermedadesdormir lo suficiente está asociado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y enfermedades cardíacas. El sueño insuficiente, por el contrario, aumenta el riesgo de inflamación y afecta la presión arterial.