Los últimos datos de la Secretaría de Energía evidencian una nueva caída del 11,77% en el consumo de combustibles durante septiembre en comparación con el mismo mes de 2023. Esta disminución ocurre a pesar de una leve baja de precios en los surtidores, que llegaron a reducirse hasta un 2% gracias a la caída de los precios internacionales.
El informe resalta una marcada inestabilidad en el mercado, que continúa con oscilaciones significativas mes a mes, creando una dinámica que recuerda a un “serrucho”. Esta tendencia se manifiesta especialmente en el segmento premium, que experimentó el recorte más importante, aunque el gasoil común también mostró una caída significativa.
En total, el volumen de combustibles despachados en septiembre alcanzó 1.313.874,63 metros cúbicos. De este total, el 56% correspondió a ventas de naftas y el 44% a gasoil, reflejando una estructura de consumo marcada por la preferencia por la nafta.
A nivel provincial, el consumo de nafta y gasoil disminuyó en 23 jurisdicciones en comparación interanual, siendo Santa Cruz la única provincia que reportó un aumento en las ventas respecto al mes anterior. Este comportamiento desigual plantea interrogantes sobre las tendencias de consumo en el país.
En cuanto a las categorías de combustibles, la nafta súper experimentó una caída del 3,71% interanual, mientras que la nafta premium sufrió una disminución más severa, con un retroceso del 20,66%. Esta situación pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el segmento premium en el mercado.
El gasoil también se vio afectado, con el tipo común registrando un descenso del 19,31%, mientras que el gasoil premium tuvo una baja más moderada del 8,48%. Estos números indican que tanto naftas como gasoil están atravesando un período crítico de contracción en el consumo.
La provincia de Buenos Aires, que es la mayor despachadora de combustible con un total de 441.118.610 litros, reportó una leve caída del 0,62% en su consumo respecto a agosto. Este dato refleja la tendencia general de contracción en un mercado que no parece encontrar su rumbo.
Con estas cifras, se pone de manifiesto la necesidad de estrategias efectivas para estabilizar el mercado energético y revertir esta tendencia negativa en el consumo de combustibles, un factor clave para el desarrollo económico del país.