La producción de gas en la India no será suficiente para satisfacer la demanda, por lo que deberá buscar afuera el gas que le falta. Argentina tiene todo el potencial para aprovechar la oportunidad.
El Diario de la Energía publicó un informe clave sobre el futuro energético de India, en el que se destaca que la demanda interna de gas natural en el país asiático se duplicará para 2040. Sin embargo, la producción doméstica resultará insuficiente, lo que llevará a India a una mayor dependencia de las importaciones, particularmente de gas natural licuado (GNL).
Esta tendencia pone en relieve los desafíos que enfrenta la nación en su búsqueda de un equilibrio entre seguridad energética, crecimiento económico y sostenibilidad ambiental. La búsqueda de nuevos socios comerciales por parte de India representa una oportunidad para nuevos actores en el mercado global de GNL, como Argentina.
Vaca Muerta: un pilar del proyecto argentino de GNL
Argentina ha desarrollado su capacidad de producción de shale gas a partir de los yacimientos en Vaca Muerta, la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo. Sin embargo, la infraestructura actual del país aún no permite la exportación masiva de GNL, lo que ha limitado el impacto de Vaca Muerta en los mercados internacionales.
El desarrollo de proyectos de licuefacción de gas es crucial para convertir a Argentina en un jugador clave en la exportación de GNL. En este contexto, Tecpetrol y otros actores como YPF avanzan en planes para construir terminales en Bahía Blanca. Estas instalaciones permitirán convertir el gas producido en Vaca Muerta en GNL listo para la exportación a mercados lejanos como Asia.
Crecimiento exponencial en la demanda de gas
El estudio de Rystad Energy, citado en la noticia, proyecta que el consumo de gas natural en India se incrementará de 65.000 millones de metros cúbicos (Bcm) en 2023 a 113.700 Bcm en 2040, impulsado por varios factores:
1. Crecimiento demográfico y desarrollo industrial, que aumentan las necesidades energéticas del país.
2. Transición hacia energías más limpias, donde el gas se posiciona como una alternativa al carbón.
Este aumento responde al compromiso de India con un modelo energético más sostenible, aunque la proporción de gas en el mix energético sigue siendo limitada, actualmente en torno al 2%. En el corto plazo, India ha logrado incrementar su producción de gas en un 51% desde 2020, alcanzando los 36,7 Bcm en 2025, pero esta cifra aún está lejos de cubrir su demanda proyectada.
Seguridad energética: contratos a largo plazo y dependencia del GNL
Ante la necesidad de asegurar el suministro, India ha firmado acuerdos a largo plazo con proveedores internacionales que se extienden más allá de 2030. Estas alianzas ayudan al país a protegerse de la volatilidad de los precios globales y las interrupciones en las cadenas de suministro.
Además, el país está reforzando su posición en el mercado internacional de GNL, apostando por estrategias comerciales con productores de Oriente Medio, una región que ofrece ventajas por su proximidad y gran disponibilidad de gas sin contratos a futuro. Según Kaushal Ramesh, vicepresidente de Rystad Energy, para 2035 Oriente Medio tendrá 100 millones de toneladas anuales (Mtpa) de GNL sin comprometer, lo que abre oportunidades estratégicas para India.
Persistencia del carbón y rol del gas en el mix energético
Aunque el gas natural es visto como una opción más limpia, India sigue dependiendo significativamente del carbón para la generación eléctrica. Las recientes olas de calor han forzado un aumento temporal en el consumo de carbón y GNL, lo que muestra la dificultad de abandonar las fuentes convencionales en el corto plazo.
Se espera que la energía generada con carbón continúe dominando al menos hasta 2040, salvo que futuras políticas públicas favorezcan la sustitución progresiva del carbón por gas o la aplicación de un esquema de tarificación del carbono.
Aplicaciones industriales: fertilizantes, refinerías y GNC
Un sector clave para la demanda de gas en India es la industria de fertilizantes, particularmente la producción de urea, que utiliza gas natural como insumo principal. La seguridad alimentaria es una prioridad para el gobierno, que mantiene subsidios a la producción de urea, garantizando así una demanda estable de gas, más allá de las fluctuaciones de precios.
En 2023, India produjo 30 millones de toneladas de urea, aunque la demanda nacional fue de 35 millones de toneladas, lo que refleja el potencial de crecimiento del sector en los próximos años. Asimismo, se proyecta que la capacidad de refinación aumentará hasta 335 Mtpa en 2030, con ampliaciones estratégicas cerca de terminales de GNL para optimizar la logística.
El sector del gas natural comprimido (GNC) también está creciendo rápidamente, con la red de estaciones de GNC expandiéndose más de cinco veces desde 2015, alcanzando 5.710 puntos de abastecimiento en 2023. Además, las conexiones de gas natural canalizado (GNP) superan ya las 12 millones y se espera que cubran casi todo el territorio del país tras las últimas rondas de licitación.
Obstáculos al crecimiento: infraestructura y riesgos comerciales
Pese al optimismo, el crecimiento del sector gasista enfrenta varios desafíos:
1. Renegociación de contratos: Los compradores indios tienden a buscar flexibilidad en los acuerdos, lo que genera incertidumbre para los proveedores y podría limitar la inversión extranjera en GNL.2. Lentitud en el desarrollo de infraestructura: Las terminales de regasificación siguen concentradas en el oeste del país, y la expansión de la red de gasoductos ha sido inconsistente, dificultando la distribución hacia regiones más alejadas.3. Competencia de las energías renovables: India está canalizando recursos significativos hacia proyectos de energía solar y eólica, lo que podría ralentizar las inversiones en infraestructura gasista.
India se enfrenta a un complejo panorama energético en su camino hacia 2040. Si bien la duplicación de la demanda de gas ofrece oportunidades, especialmente en sectores como fertilizantes y refinación, la dependencia del carbón y la necesidad de infraestructura robusta son desafíos importantes. El país seguirá apostando por el GNL como un pilar estratégico para asegurar su suministro energético, pero las tensiones entre seguridad, sostenibilidad y rentabilidad marcarán el rumbo de su política energética en las próximas décadas.
Este escenario coloca a India en una posición estratégica en el mercado global del GNL, pero exigirá un delicado equilibrio entre sus objetivos económicos y ambientales para garantizar una transición energética eficaz.