El más alto ejecutivo de la marca en Argentina dice que la recuperación del mercado ya se siente y mejorará en 2025, pero todavía falta darle competitividad a las exportaciones. La nueva pick-up tiene que exportar un 70% de su producción que empieza en 2026. La génesis de un proyecto con muchas similitudes con el Torino
Cuando en el segundo semestre de 2026 se presente al público la nueva pick-up compacta que Renault Argentina fabricará en el complejo de Santa Isabel, Córdoba, probablemente se reviva un proceso industrial de un significado comparable con el del Torino a finales de la década del 60.
Por el momento tiene el nombre de Niágara Concept y la similitud que tiene con la legendaria historia del “gran auto argentino” radica en que se trata de un vehículo completamente nuevo, nacido de una idea y no de un modelo existente en otra parte del mundo. Coincidencia aparte, ambos se producirán en la misma planta, que el año próximo cumplirá 70 años ininterrumpidos fabricando automóviles.
Pablo Sibilla, presidente y CEO de Renault Argentina, recibió a Infobae en su oficina de los cuarteles centrales de la compañía en el barrio porteño de Palermo, para contar la génesis del proyecto que convertirá a Santa Isabel en un polo industrial de vehículos utilitarios que aspira a exportar hasta el 70% de su producción cuando esta pick-up salga al mercado. Se trata de una inversión de 350 millones de dólares, que será acompañada después de otra complementaria que permita la fabricación de las versiones híbridas, que se formalizó en un país en pleno cambio de modelo político y económico. Así, el ejecutivo reclamó políticas públicas que fortalezcan la competitividad de las exportaciones del sector, en un contexto en el que espera que el año próximo se superaren las cifras ventas de 2023.
— ¿Cómo vivieron este año, que comenzó tan difícil y a partir de julio empezó a mostrar signos positivos otra vez?
— El 2024 trajo grandes complejidades. Nuestro mercado se vio sensiblemente afectado, pero con una buena recuperación en el segundo semestre. Observamos indicadores macroeconómicos con señales positivas, como la baja del riesgo país y la inflación, la recuperación de reservas y la reducción de los plazos de acceso al MULC. Lo cual nos alienta a pensar que estamos más cerca de una estabilización y recuperación. Somos optimistas sobre el cierre del año y sobre los desafíos que nos deja de cara a 2025, con un mercado en recuperación que estimamos en 440 mil unidades, superando incluso los volúmenes de 2023.
— ¿En qué temas todavía es necesario trabajar para darle a la industria automotriz el marco adecuado para crecer, siendo que Argentina es un mercado chico; por ejemplo, cuatro veces menor que el de Brasil?
— Necesitamos políticas públicas que fortalezcan la competitividad de nuestras exportaciones. Hoy, el costo logístico es muy alto. Argentina busca potenciar su capacidad exportadora y para ello es esencial invertir en infraestructura, como la ferroviaria. Gran parte de la capacidad exportadora proviene de la región central, lo que hace imperativo conectar los puertos con las industrias del interior. Hace 50 años transportábamos vehículos por tren; el estado actual de las rutas, los costos logísticos y la necesidad de reducir nuestra huella de carbono nos llevan a replantearnos la necesidad de recuperar el transporte ferroviario de vehículos, lo que representaría un gran impulso no solo para nuestro sector, sino para todos los sectores productivos del interior del país.
— ¿Cómo se deciden inversiones como la que acaban de anunciar en septiembre en un país con cambios de rumbo como Argentina?
— El anuncio que hicimos en Renault con una inversión de 350 millones de dólares para fabricar una pick-up de media tonelada forma parte del International Game Plan anunciado el año pasado en Brasil, que contempla la fabricación de ocho nuevos modelos en los mercados internacionales fuera de Europa, con una inversión global de 3.000 millones de euros. Este vehículo se fabricará sólo en Argentina y le dará un fuerte perfil exportador a nuestra filial, con 65% a 70% de la producción destinada al mercado externo. Aunque esa inversión se completará más allá del 2025, el proyecto ya está en marcha, tanto en la planta como con la cadena de proveedores.
— ¿Cómo y cuándo nació este proyecto que hoy tiene el nombre de Niágara Concept, y por qué eligieron una pick-up de media tonelada?
— Arrancó en 2019, solo como una idea, cuando yo no era todavía CEO de Renault Argentina. Por indicación de Luiz Fernando Pedrucci (CEO Renault Latam) empezamos a trabajar en busca de un nuevo enfoque industrial para la planta Santa Isabel. Hicimos un mini equipo transversal para pensar qué proyecto tendríamos que hacer en Argentina, que no fuera sólo producir un auto que ya existiera. Después de analizar el mercado considerando la tendencia a los LCV (Light Comercial Vehicles) que hay en Argentina, y la competitividad que tendría que tener, surgió que lo mejor para no competir con Brasil, porque siempre es difícil competir con ellos por su escala general, era poner a Santa Isabel corrida un poco y no ponerla a competir frontalmente con productos equivalentes. Así se llegó a una conclusión natural de que había que especializar la planta argentina en vehículos utilitarios, y con esa determinación se evaluó entonces qué vehículos se debían producir. Ya estaba el proyecto de la pick-up de una tonelada actual, Alaskan, y ya estábamos haciendo Kangoo, así que nos propusimos fabricar el reemplazo de la Oroch.
— ¿Cómo fue el proceso desde 2019 hasta el anuncio en septiembre de este año?
— Fueron casi dos años de trabajo hasta que vino Luca De Meo (CEO de Renault Group) en 2021. En ese viaje le explicamos por qué considerábamos que Santa Isabel tenía que ser una fábrica de vehículos utilitarios, por qué tenía que ser éste el producto, y cuál era la nueva vocación, el nuevo esquema de negocio que creíamos que tenía que tener la planta, cambiando a ser una fábrica que exporte el 60% o 70% de su producción, incluso para equilibrar también las variaciones del mercado con Brasil. Lo entendió a tal punto que cuando salimos de esa reunión, hicimos una conferencia de prensa con él y con Pedrucci, e inmediatamente dijo ‘vamos a hacer un proyecto en Argentina para exportar’. Estaba completamente convencido y todavía no existía este concepto Niágara que tenemos hoy.
— ¿O sea que trabajaron dos años para convencer a la casa matriz, pero podría no haber ocurrido?
— Hay muchas propuestas para hacer carrocerías y proyectos en todas las filiales del mundo, entonces como no alcanza para todos, hay que pasar un gran filtro en el que suelen quedar la mayoría de las propuestas. Ya cuando lográs que el vehículo esté en un PowerPoint que diga ‘pick-up media tonelada’ ya es una victoria. Después hay que lograr que ese proyecto esté afectado a tu fábrica. Eso lleva más de un año de discusiones internas. Al ser un auto completamente nuevo, tenés que pensarlo, diseñarlo, definir el interior, la motorización y tantas cosas. Ahí se hacen las primeras maquetas digitales y después se pasa a la arcilla y así se llega al “Concept Freeze”, que es el boceto que se acepta. El proceso, además, involucra varios equipos. Todos trabajan en sus propuestas y se va haciendo una selección que va descartando hasta llegar al diseño final. El diseño se hizo en el Centro de Diseño de Curutiba, en Brasil, que lidera Daniel Nozaki, el diseñador del Renault Kardian, quién tuvo que hacer el Niágara Concept para presentar el año pasado en Brasil.
— ¿Cuál es el rol de los sindicatos en estos procesos, participan activamente, son parte de la decisión de una inversión de esta magnitud?
— El papel del sindicato es muy importante. Nosotros tenemos una muy buena relación con Smata. Para mí es uno de los sindicatos más responsables que hay entre todos los sindicatos. Por supuesto que están para defender el derecho de los trabajadores, y está muy bien, pero entienden la industria, y hemos trabajado juntos para construir las condiciones que permitan cierta flexibilidad y dar condiciones para atraer inversiones y proyectos. Hace muchos años que no tenemos huelgas con paradas de línea por temas gremiales. Siempre puede haber problemas, como cuando bajamos de 8 horas a 6 horas los turnos de producción. Ese es un ejemplo de cómo se hace para tratar de preservar la mayor fuente de trabajo posible y al mismo tiempo adaptarnos a una caída del mercado. Ricardo Pignanelli fue parte de las primeras personas que supo de este proyecto hace cuatro años, y tenemos una excelente relación con él y con las autoridades de Smata Córdoba.
— ¿Y cuáles son los tiempos ahora que ya anunciaron el proyecto y está firmado el contrato?
— A fin de año llegan muchas máquinas y herramentales que la parada de planta del verano nos va a permitir hacer las adaptaciones más grandes para el proyecto. Se va a fabricar en la actual línea de autos particulares de Santa Isabel, no en la línea de Alaskan. Durante el año que viene se hará el desarrollo de los proveedores y las matrices y el lanzamiento será para el segundo semestre de 2026.
— ¿Aspiran a situar esta pick-up entre los tres vehículos más vendidos de Argentina o es una expresión de deseos de Renault Latam?
— En el top 5 de autos más vendidos en Argentina hay pick-ups. Cuando Luiz (Pedrucci) nos hizo el desafío de decir que quiere estar en ese top 5 con Niágara, ese es el objetivo. Él dice top 3, pero lo importante es que esté entre esos vehículos más vendidos, no sólo entre pick-up sino en el absoluto. Queremos estar ahí. Es una camioneta que va a tener todo el confort de un C-SUV, porque es la plataforma del SUV que anunciaremos pronto, entonces va a tener la misma tecnología, los mismos ADAS, pero con un tamaño similar al de una pick-up de una tonelada.