El incidente, que se produjo en el barrio Belgrano, cerca del mediodía del martes 22 de octubre, fue clasificado por las autoridades como un accidente. Según las primeras investigaciones, ambos policías estaban en su tiempo libre, limpiando sus armas Bersa Thunder, cuando uno de ellos tocó accidentalmente una pieza que no debía. Esto provocó un disparo que impactó directamente en el rostro de su compañero, presuntamente en la zona de la boca.

El joven policía fue trasladado de urgencia al Hospital Castro Rendón, donde recibió atención inmediata tras el disparo. A pesar de los esfuerzos médicos, el estado de salud del agente continuó siendo delicado, con severas complicaciones en las piernas. Según fuentes cercanas a la investigación, el policía no presenta movilidad en sus extremidades inferiores, lo que hace temer que la lesión haya afectado de forma irreversible sus funciones motoras.

Durante su internación, se observó que el policía conserva algunos movimientos en las extremidades superiores, lo que brinda una leve esperanza de recuperación parcial. Sin embargo, las autoridades médicas señalaron que la afectación en las cervicales podría ser grave, lo que dificultaría una posible recuperación de la movilidad en las piernas.

Las peores noticias llegaron tras una serie de estudios adicionales. Los médicos confirmaron que el disparo podría haber afectado a varias cervicales, lo que provocó la pérdida de sensibilidad en las piernas del policía. Según los especialistas, la lesión podría dejarlo inválido, lo que cambiaría drásticamente su vida y su carrera profesional.

El traslado a la clínica Policlínico Neuquén busca brindar una atención más especializada en cuanto a traumatología. Se espera que los expertos de la clínica evalúen la situación y determinen si existe alguna posibilidad de recuperar la movilidad en las extremidades inferiores del agente, aunque los médicos son cautelosos debido a la gravedad de la lesión.

El hecho se produjo mientras los dos policías, ambos con experiencia en el uso de armas de fuego, se encontraban limpiando sus respectivos Bersa Thunder. De acuerdo con las primeras versiones, los efectivos son entrenados para manejar y limpiar sus armas de manera segura, y se les instruye sobre las precauciones necesarias para evitar accidentes. Sin embargo, un error humano durante este procedimiento desencadenó la tragedia.

Uno de los oficiales, aparentemente distraído, tocó una pieza de su arma que no debía, lo que provocó que el arma cargada disparara de manera inesperada. El proyectil alcanzó a su compañero en el rostro, causándole la grave herida.

Aunque el hecho se considera un accidente, las autoridades continúan investigando las circunstancias en las que ocurrió el disparo. El fiscal a cargo del caso destacó que la fuerza policial capacita a sus agentes de manera rigurosa no solo en el uso de armas, sino también en los procedimientos de seguridad al limpiarlas. No obstante, como ocurre con cualquier ser humano, un descuido puede tener consecuencias trágicas.

Accidente

El compañero que disparó, según informes, no se encontraba bajo los efectos del alcohol o drogas y actuó rápidamente, avisando de inmediato lo ocurrido para que los servicios de emergencia acudieran al lugar. El personal del SIEN trasladó al policía herido de forma urgente al hospital, donde continúa siendo monitoreado por los médicos.

A pesar de la grave lesión, los médicos informaron que el policía herido está estable, pero bajo pronóstico reservado. Las posibilidades de recuperación de la movilidad de las piernas son inciertas y dependerán de los resultados de futuros tratamientos y estudios médicos. El joven agente, que recién comenzaba su carrera, se encuentra rodeado de su familia y compañeros de fuerza, quienes esperan noticias favorables sobre su evolución.

Este accidente ha generado una gran conmoción dentro de la fuerza policial de Neuquén, donde el joven policía era muy apreciado. Compañeros y superiores han expresado su apoyo y solidaridad con la víctima y su familia, quienes atraviesan momentos difíciles ante la incertidumbre sobre el futuro del joven agente.

Las autoridades han reiterado la importancia de la formación continua y la estricta observancia de las normas de seguridad en el manejo de armas, especialmente en procedimientos como la limpieza, donde los riesgos de accidentes son más altos.

Además del dolor físico, el joven policía se enfrenta a una incertidumbre sobre su futuro dentro de la fuerza. De confirmarse la invalidez permanente, su carrera como agente quedaría truncada, lo que sumaría una dificultad adicional a la ya dolorosa situación. Sin embargo, familiares y compañeros se mantienen esperanzados en que, con el apoyo adecuado, pueda superar esta grave etapa.