Este fin de semana, la trágica muerte de Micaela Blanco, la ciclista atropellada en la localidad de Centenario, y el posterior accidente de la ambulancia que la trasladaba en Neuquén, han puesto en foco la falta de conciencia ciudadana en situaciones de emergencia. En entrevista con Radio 7, Guillermo Colos, chofer del Sistema Público de Emergencias de Neuquén (SIEN), explicó las complicaciones diarias que enfrentan los equipos de emergencias debido a la falta de prioridad y empatía de los conductores hacia los vehículos de rescate.
Colos destacó que cada vez son más frecuentes las situaciones en las que los conductores ignoran la sirena de una ambulancia o no dan espacio suficiente para que estos vehículos pasen. “La gente va conduciendo con la música muy alta, usando el celular, y no registran que una ambulancia está en emergencia”, aseguró. En el caso de Blanco, la falta de colaboración por parte de otros conductores pudo haber entorpecido la asistencia médica, lo que lleva a reflexionar sobre la responsabilidad compartida en la vía pública.
Durante la entrevista, Colos subrayó que las ambulancias activan la sirena solo en situaciones de riesgo de vida, lo cual debería ser un indicador para que los conductores se orillen y permitan el paso. La ley establece que los conductores deben detenerse a la derecha en caso de emergencia, sin embargo, el personal de SIEN a menudo enfrenta resistencia en las calles, especialmente en avenidas y zonas céntricas como la calle Belgrano de Neuquén, donde las ambulancias suelen verse obstaculizadas.
La tragedia de Centenario también expuso otro problema: los conductores que intentan seguir de cerca a las ambulancias para pasar semáforos en rojo, lo que, según Colos, genera accidentes secundarios y pone en peligro al equipo de emergencia y a terceros. “Muchos creen que es un privilegio seguir a la ambulancia, pero desconocen que están exponiéndose y poniendo en riesgo a otros”, enfatizó el chofer, quien ha presenciado múltiples incidentes por esta falta de respeto a los protocolos.
La falta de corredores exclusivos para emergencias en Neuquén es otro factor que contribuye a los retrasos en los traslados de pacientes. Aunque se están discutiendo proyectos para establecer estos corredores en vías críticas, aún no se han implementado, y los equipos de emergencia deben enfrentar calles congestionadas sin apoyo adecuado.
El caso de Micaela Blanco ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de los ciudadanos en situaciones de emergencia y la urgencia de educar a los conductores sobre cómo actuar ante una sirena. Colos sugirió que la solución podría estar en una campaña de concientización de largo plazo, que eduque a la ciudadanía sobre la importancia de dar prioridad a los vehículos de emergencia y los riesgos de ignorar las sirenas.
Desde el equipo de SIEN también han solicitado que las autoridades locales tomen medidas para implementar operativos que ayuden a regular el tráfico en las zonas más críticas de la ciudad, como las cercanías de hospitales, y han pedido el apoyo de la policía para detener a conductores que obstaculicen el paso de una ambulancia.
En relación con el accidente de la ambulancia que trasladaba a Blanco, Colos señaló que este tipo de incidentes resaltan la necesidad de colaboración entre la ciudadanía y el personal de emergencia. “A veces, una vida depende de segundos, y cada minuto que perdemos en el camino es un riesgo adicional”, concluyó.
El trágico desenlace de Micaela Blanco ha dejado una marca en la comunidad de Centenario y Neuquén, donde las autoridades locales ahora enfrentan el desafío de mejorar la infraestructura y promover la educación vial para evitar que se repitan tragedias similares.