A cuatro meses de la desaparición de Luciana Muñoz, familiares y organizaciones sociales volvieron a manifestarse exigiendo su aparición con vida y denunciando irregularidades en la investigación. Lila Muñoz, madre de la joven, cuestionó la falta de avances concretos en el caso y apuntó que la familia se encuentra en una situación de desesperación ante el silencio de las autoridades.
Uno de los puntos más graves de la denuncia es que Avilés, el único detenido en la causa, fue visto recientemente sin la tobillera electrónica que debería monitorear su ubicación. La familia y las organizaciones consideran esto una seria irregularidad que aumenta la incertidumbre sobre el manejo de la investigación.
Lila Muñoz lamentó que la desaparición de su hija pareciera no tener la relevancia social que merece. “Es como si hubiera desaparecidos de primera y de segunda”, expresó a Radio 7, señalando la baja convocatoria en las marchas anteriores y la falta de apoyo social para un caso tan serio. Para la familia, esta falta de atención agrava el dolor y la sensación de abandono.
La madre también reveló que hace poco le informaron que se está buscando a Luciana con la esperanza de hallarla con vida. Esto refuerza una de las hipótesis manejadas por la familia y sus abogados, quienes no descartan que Luciana haya sido captada por una red de trata de personas. Sin embargo, esta línea de investigación sigue sin arrojar resultados concretos, lo que lleva a la familia a cuestionar la transparencia y eficacia del proceso.
Durante la manifestación, amigos y familiares de Luciana marcharon en el centro de la ciudad, acompañados de agrupaciones feministas y sociales que colgaron carteles y pancartas con el rostro de la joven y el pedido de “aparición con vida de Luciana”. La marcha recorrió las principales calles y finalizó en la explanada del Monumento a San Martín, donde los manifestantes reiteraron su pedido de justicia.
La situación también ha generado malestar por la poca comunicación con la familia respecto a los avances en la investigación. Lila destacó que, si bien los investigadores aseguran estar trabajando en varias líneas, el contacto con los familiares ha sido insuficiente, lo que aumenta la angustia de quienes buscan respuestas y sienten que el tiempo corre en su contra.
El único detenido en el caso, Avilés, fue arrestado bajo sospecha de tener información clave sobre el paradero de Luciana, pero hasta la fecha no ha ofrecido datos útiles. La falta de un monitoreo estricto sobre él preocupa a la familia, que considera que la justicia debería tomar medidas más firmes para garantizar su colaboración en el caso.
A cuatro meses de incertidumbre, la familia de Luciana pide que se mantenga viva la búsqueda y la difusión del caso. “Nos duele que la sociedad no se sume, porque hoy es Luciana, pero mañana podría ser cualquier otra joven”, expresó Lila, haciendo un llamado a la comunidad para que se solidarice y apoye a la familia en su lucha.
La marcha concluyó con un pedido de justicia por Luciana y por otras personas desaparecidas en democracia, como Sergio Ávalos y Julio López, cuyos casos aún permanecen sin resolverse. En su mensaje final, los manifestantes enfatizaron la necesidad de que la sociedad y las autoridades no naturalicen las desapariciones y trabajen en conjunto para evitar que estos casos queden impunes.