Según Salazar, el paro tiene como objetivo presionar al TSJ para que presente al menos una propuesta salarial, que pueda ser discutida en asamblea. El dirigente aclaró que este paro es una respuesta a la falta de una oferta concreta, a pesar de que el resto de los sindicatos del sector público provincial ya acordaron sus pautas salariales para el próximo año.
El reclamo de los judiciales se basa en la pérdida del poder adquisitivo durante 2024, agravado por los aumentos de los aportes a la obra social y otros gastos. El sindicato demanda una recomposición que contemple las realidades económicas de Neuquén, que, según las cifras actuales, superan el millón y medio de pesos mensuales para poder cubrir la canasta básica. SEJUN exige un salario inicial de 1.700.000 pesos para los ingresantes, con el fin de hacer frente al costo de vida en la provincia.
Salazar destacó que la situación se ha vuelto insostenible, ya que el costo de vida ha aumentado considerablemente, especialmente en lo que respecta al alquiler. El 70% de los empleados judiciales de Neuquén debe alquilar, lo que empeora aún más su situación económica. En este contexto, el gremio ve necesario que los salarios reflejen la realidad de la provincia, mucho más cara en los últimos tiempos.
El paro de 24 horas es el resultado de una serie de reclamos previos al TSJ, que no han recibido respuesta. Desde que el resto de los sectores de la administración pública acordaron sus incrementos salariales, el gremio judicial viene exigiendo una postura clara del Tribunal. El auxilio financiero del Poder Ejecutivo es clave para que el TSJ pueda disponer de los fondos necesarios para atender la demanda salarial, pero hasta ahora no ha habido avances sustanciales en ese sentido.
Salazar también advirtió que si no hay respuesta en los próximos días, el sindicato tomará nuevas medidas. El martes 26 de noviembre se convocará una asamblea provincial para evaluar la propuesta que el TSJ pueda presentar en la reunión de hoy. En función de los resultados, se decidirán los pasos a seguir, lo que podría incluir nuevas acciones de protesta.
El sindicato ha dejado en claro que no tiene intención de levantar las medidas de fuerza hasta recibir una propuesta que pueda ser considerada de manera justa por los trabajadores. En caso de no obtener una solución, las medidas de fuerza podrían intensificarse en la semana siguiente.
El panorama, según Salazar, sigue siendo incierto, y los judiciales esperan que la convocatoria de hoy, a las 10 de la mañana, traiga una propuesta que evite un conflicto mayor. La situación es urgente, y la presión sobre el TSJ es cada vez más fuerte, ya que los trabajadores necesitan una respuesta inmediata para poder planificar el año que viene.
A medida que la asamblea del próximo martes se acerca, todos los ojos estarán puestos en las decisiones del Tribunal Superior de Justicia, ya que de su respuesta depende la resolución de este conflicto salarial que afecta a miles de empleados del poder judicial en Neuquén.