El doble crimen que sacudió a Cipolletti el pasado jueves avanza hacia un juicio abreviado. Horacio Manuel Espinoza, el principal sospechoso, reconocería su responsabilidad penal por los homicidios de Lidia Tapia (86) y Stella Maris Natalini (67). La fiscalía lo acusó de haberlas asesinado en el contexto de un robo premeditado y ejecutado con alevosía, agravado por la figura de femicidio.
El hecho ocurrió el 12 de diciembre en el departamento donde las víctimas residían en el Barrio 432 Viviendas. Según la acusación presentada por el fiscal adjunto Juan Pablo Escalada, Espinoza aprovechó la confianza que las mujeres le tenían para ingresar al hogar y robar una suma cercana a los 370.000 pesos.
Una vez dentro, y valiéndose de su mayor contextura física, tomó un cuchillo carnicero y atacó a las víctimas con una violencia extrema. La autopsia reveló que ambas mujeres presentaban múltiples heridas punzocortantes en el tórax, cuello y cabeza. En el caso de Stella Maris Natalini, se observaron heridas defensivas, lo que indica que intentó resistir el ataque.
Las pruebas presentadas por la fiscalía resultaron clave para el desarrollo del caso. Testigos aseguraron haber visto al acusado salir apresuradamente del edificio el día del crimen. Otros indicaron que intentó ocultar su rostro y lo notaron nervioso y transpirado. Además, cámaras de seguridad lo ubicaron cerca del lugar en el horario del hecho, lo que fortaleció la hipótesis de los investigadores.
Un elemento central fue el pago de una deuda que Espinoza realizó poco después del crimen. El acusado entregó 313.000 pesos al consorcio del edificio, y los billetes presentaban manchas sospechosas que serán analizadas.
La fiscalía describió el ataque como un homicidio triplemente agravado: por alevosía, criminis causa y femicidio. La acusación remarcó que el imputado actuó con premeditación, utilizando su relación de confianza con las víctimas para ingresar al domicilio sin forzar la entrada. Ante la contundencia de las pruebas, Espinoza reconocería su responsabilidad y solicitó un juicio abreviado, que se realizará el próximo miércoles.
La investigación, llevada a cabo por la Brigada de Investigaciones, permitió secuestrar prendas del acusado con manchas coincidentes con las descripciones aportadas por los testigos. También se incautó un cuchillo, que será sometido a análisis para confirmar si se trata del arma utilizada en el crimen.
Con la posibilidad de un juicio abreviado, la Justicia avanzará hacia la definición de la pena, que podría ser prisión perpetua. El caso dejó en evidencia la brutalidad del ataque y el impacto del doble femicidio en una comunidad conmocionada por la confianza traicionada y la violencia desatada en un entorno conocido.