Atribuyen obra de teatro a Lope de Vega, gracias a la Inteligencia Artificial

Una obra anónima que formaba parte de los manuscritos teatrales de la Biblioteca Nacional de España (BNE), titulada "La francesa Laura", logró ser atribuida al escritor Lope de Vega (Madrid, 1562-1635) gracias al empleo de la Inteligencia Artificial (IA) a través de programas de transcripción de texto que luego fueron comparados con comedias del Siglo de Oro español.

El trabajo realizado durante un año estuvo a cargo de los investigadores Álvaro Cuéllar (Universidad de Viena) y Germán Vega (Universidad de Valladolid) quienes se sumergieron en el fondo de manuscritos de esa biblioteca, compuesto por unos 85.000 ejemplares, de los cuales 11.500 son obras de teatro.

“Para su detección ha sido esencial la utilización de herramientas informáticas, cuyos resultados se han visto totalmente respaldados por los análisis filológicos”, señaló la institución en un comunicado de prensa, al dar a conocer la información según El diario.es.

«La francesa Laura», ahora atribuida al autor de «Fuenteovejuna», era un expediente perdido en la historia del teatro barroco español. «Es una tradición en la que tenemos muchos problemas de atribución porque era un género popular y comercial», señaló Vega.

Los autores regateaban la autoría de obras que eran variaciones unas de otras o que tenían un origen confuso. Por eso, esta pieza había quedado como una obra inédita y sin fechar, como un manuscrito casi ilegible sólo accesible para investigadores.

El hallazgo fue posible tras la utilización del Transcribus, una tecnología desarrollada en la Universidad de Innsbruck, capaz de descifrar caligrafías antiguas para convertirlas en documentos de texto digitales. Transcribus hizo de Laura un banco de datos. Después, la investigación empleó Stylus, una Inteligencia Artificial empapada del teatro barroco español a partir de analizar 2.800 comedias y millones de versos.

De esta manera, Stylus tiene la capacidad de analizar textos y encontrar en su banco de datos piezas semejantes por su léxico y por su sintaxis. «No hay dos hablantes que usen igual el idioma. No somos conscientes pero todos tenemos una especie de huellas dactilares lingüísticas», explicó Vega.

Esa herramienta tecnológica tiene la habilidad de rastrear no solo el estilo de Lope de Vega, sino también de Quevedo, de Tirso y las de cientos de autores más y con esa información, puede analizar nuevos textos por comparación.

«En el caso de La francesa Laura, el análisis nos dijo que casi las 100 obras más semejantes en la base de datos eran de Lope. Después, pasamos a un análisis analógico y estuvimos de acuerdo en que era perfectamente correcta esa atribución», explicó Vega a El mundo.

Lope de Vega escribió esta obra, en la que hace una decidida defensa de la mujer, cinco o seis años antes de su muerte, lo que nos sitúa entre 1628 y 1630, según Vega.

“Todo indica que estamos ante una nueva comedia genuina del dramaturgo compuesta en una última etapa de su vida, de la que no teníamos noticia hasta ahora. Se entrevé un contexto político de escritura y primeras representaciones de gran interés: la presencia y tratamiento halagüeño de lo francés, que ya el título destaca, parecen indicar que se compusiera en el corto periodo en que la corona del país vecino se alió con la española frente a la inglesa a finales de los años veinte, poniendo en pausa la tensión entre naciones que marcaba la Guerra de los Treinta Años”, señalaron desde la BNE.

La obra transcurre en Francia y gira en torno a Laura, hija del Duque de Bretaña y casada con el conde Arnaldo. El Delfín, heredero al trono de Francia, se encapricha de ella y se dispone a cortejarla, pero la protagonista se resiste a los envites del príncipe y a las sospechas de su marido quien, en un ataque de celos y por el temor a la pública deshonra, intenta incluso matar a su mujer mediante un potente veneno. Finalmente, queda probada la integridad de Laura y se restituye la felicidad en la pareja.

Los estudios filológicos sobre autoría de obras “confirmaron totalmente” lo revelado por la IA, señalaron desde la BNE. En tanto, Vega explicó que eso se observa en «la versificación, ya que Lope no escribía con el mismo esquema métrico al principio de su obra que en esos últimos años. Su métrica está muy estudiada y la de esta obra coincide con la de ese periodo final».

Las coincidencias llegan también a «la ortología, que se refiere a cómo hacía Lope las sinalefas, los diptongos o los hiatos para su pronunciación», sostuvo Vega. Por otra parte, la nueva obra coincide en ideas, asuntos, motivos y estructuras léxicas reconocibles del autor de unas 1.500 obras, quien fue sacerdote, aunque tuvo muchos amores, y llegó a ser enemigo de Cervantes. (Télam)

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