Sin embargo, la escuela rural de tercera categoría ha estado en mal estado en los últimos años, especialmente debido a la peligrosa ruta provincial 10 que se encuentra en su camino.
La baja matrícula de la escuela, compuesta por solo 15 o 20 familias, ha sido un problema constante, pero la pandemia de COVID-19 empeoró la situación. Tras la partida del docente director, los alumnos se vieron obligados a dejar de asistir a la escuela durante un tiempo. Finalmente, se decidió trasladarlos al jardín de infantes de Bajada del Agrio.
Actualmente, la institución cuenta con tres auxiliares de servicio, pero los maestros especiales que antes se encargaban de las clases están cumpliendo con sus responsabilidades en otras escuelas. Sin embargo, los padres de los alumnos están solicitando que se vuelva a abrir la escuela, aunque esto solo será posible si se alcanza un mínimo de 10 niños inscritos. Hasta ahora, solo hay tres niños interesados en asistir.
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