De acuerdo con la investigación, la mujer contactaba a sus víctimas a través de aplicaciones de citas como Tinder, Happn y Badoo, y utilizaba perfiles falsos con fotos de otras personas.
“Rocío”, “Catalina”, “Yuli”, “Magui”, “Mili”, “Meli” y “Rocío Belén” fueron los falsos nombres con los que Fernández se mostraba en las aplicaciones para atrapar a sus víctimas. Según las denuncias, atacó en diversos barrios porteños y usaba clonazepam en las bebidas para adormecer a los hombres que asaltó.
Además, en al menos dos de los casos, también habría realizado compras y transferencias electrónicas desde las billeteras virtuales de las víctimas, según determinaron el fiscal Pablo Recchini y el juez Mariano Iturralde,
Los cómplices fueron procesados, acusados de colaborar con ella en la ejecución de los robos, ayudándola a cargar lo que robaba y a huir de los lugares de los hechos. En total, la acusan de robar a siete hombres y tiene nueve imputaciones.
Según el sitio oficial Fiscales.gob.ar, el pasado 7 de enero Fernández fue localizada y detenida en un puesto de venta de panchos que atendía en el interior del Parque Centenario, cercano al cruce de las calles Marechal y Machado.
La detención fue concretada por personal de la División Investigaciones Comunales 4 de la Policía de la Ciudad que la ubicó allí gracias a las escuchas telefónicas en directo pedidas por la fiscalía y otorgadas por el juzgado.
Seis días más tarde fueron detenidos los dos cómplices, en la “Cooperativa 27 de Abril” situada en el barrio de Barracas.
El juez Iturralde dictó el procesamiento con prisión preventiva para los tres acusados. La mujer de 22 años quedó procesada como autora o coautora de dos hechos de “hurto”, tres de “robo reiterado”, dos de “robo agravado por su comisión en poblado y en banda reiterado” y dos de “robo triplemente agravadopor su comisión en poblado y en banda, con la utilización de una llave original previamente sustraída y por tratarse de vehículo dejado en la vía pública, reiterado en dos oportunidades”. Además, el juez le trabó un embargo por 200 millones de pesos.