Según datos de la Secretaría de Energía, el segmento energético representó el 14,9% del total de las exportaciones argentinas en enero. El principal producto exportado fue el petróleo crudo, con envíos por 236 millones de dólares, mientras que los principales destinos de las ventas fueron Chile, con 259 millones de dólares (+35,9% interanual), y Estados Unidos, con 233 millones de dólares (+54,2% interanual).

Vaca Muerta, el motor del cambio

El cambio estructural en la balanza energética de Argentina tiene un protagonista central: Vaca Muerta. La formación no convencional, ubicada en la Cuenca Neuquina, ha sido clave en la transformación del sector hidrocarburífero del país. Con inversiones acumuladas por 50.000 millones de dólares desde 2013, su producción ha alcanzado niveles récord, permitiendo no solo reducir la dependencia de importaciones de gas en invierno, sino también fortalecer la capacidad exportadora de Argentina.

Actualmente, Vaca Muerta aporta el 50,1% del gas y el 54,9% del petróleo que produce el país. Además de YPF, la formación es explotada por gigantes del sector como Shell, ExxonMobil, Chevron, Total, Wintershall, Vista, Pan American Energy (PAE), Pluspetrol y Pampa Energía.

El superávit energético registrado en los últimos años marca un cambio significativo respecto al déficit que Argentina mantenía en su balanza comercial desde 2011, con la única excepción de 2020, año marcado por la caída en la demanda energética debido a la pandemia. De mantenerse esta tendencia, el país podría consolidar su posición como un exportador relevante de hidrocarburos en la región.