
La intendencia del Parque Nacional Lanin reiteró la prohibición de recolección de piñones de araucaria. La normativa se extiende a los residentes de los parajes aledaños al parque, habitantes de las localidades como Junín de los Andes y San Martín de los Andes y los visitantes provenientes de diferentes puntos del país.
Las semillas de araucaria, es decir los piñones, son un recurso escaso con limitada regeneración.
Los piñones son fundamentales para la supervivencia de la fauna silvestre nativa, que depende de ellos tanto para su alimentación como para su reproducción. También cumplen un rol esencial en la conservación del suelo y la lucha contra la erosión.
Gracias a su sistema radicular profundo y extenso, estos árboles favorecen la estabilidad del suelo, reduciendo el riesgo de erosión y facilitando la retención de agua. Este mecanismo resulta vital en zonas áridas y propensas a la desertificación, donde su presencia contribuye a preservar la fertilidad del terreno
Los piñones también desempeñan un papel crucial en la captura de carbono y la mitigación del cambio climático. A través de la fotosíntesis, absorben dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera y lo almacenan en su biomasa, funcionando como sumideros naturales de carbono. Este proceso contribuye a reducir la concentración de gases de efecto invernadero.