El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, dijo esta tarde, tras ser atacado durante una protesta de colectiveros en La Matanza, que el crimen del chofer de la línea 620 «no fue un hecho habitual» en cuanto a su modus operandi, y consideró a la agresión como «un golpe más» que «no hace mella».
«Uno muere de pie y no arrodillado», expresó el ministro en la puerta del Hospital Churruca, donde se solidarizó con la familia del chofer asesinado «a sangre fría» y contó que está a la espera de estudios médicos para ver si es necesario ser operado debido a un «fractura de malar» derivada de la agresión.
Respecto al asesinato del colectivero, el funcionario bonaerense consideró que es «un hecho poco habitual» y «raro» porque los delincuentes usaron un arma calibre 40 que-según remarcó. «es muy profesional».
También se refirió a charlas que tuvo hace tiempo con el presidente Alberto Fernández sobre el refuerzo de agentes federales en el Conurbano y que no dieron frutos.
«En la Ciudad (de Buenos Aires) hay un policía por esquina. Nosotros en la Provincia tenemos un policía cada 80 cuadras. Fíjense el problema de recursos humanos que tenemos», cuestionó el titular de la cartera de Seguridad en el gobierno de Axel Kicillof.
Asesinato, protesta y hartazgo
Berni resultó herido a piedrazos, palazos y golpes de puño al arribar a la protesta que un grupo de choferes de colectivos realizaba en la localidad bonaerense de Lomas de Mirador, partido de la Matanza, con motivo del crimen del colectivero Daniel Barrientos, asesinado esta madrugada en un asalto.
Tras la agresión -que se extendió por aproximadamente media hora-, Berni fue trasladado al hospital Churruca, ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, donde arribó en helicóptero con «conmoción cerebral, muchos golpes y cortes profundos en el cuero cabelludo y en el rostro», aunque aseguraron que no perdió el conocimiento en ningún momento.
Los médicos le aconsejaron trasladarlo para que sea sometido a estudios, al igual que su secretario privado, quien también recibió muchos golpes durante el ataque de los manifestantes.
En tanto, once personas -ocho policías porteños y tres colectiveros-, resultaron heridas producto del enfrentamiento, según aseguró a Télam el titular del SAME, Alberto Crescenti.
Berni fue agredido a palazos, pedradas y golpes de puño por los manifestantes que se concentraban en el cruce de la avenida Juan Manuel de Rosas y General Paz, donde los compañeros del colectivero asesinado realizaban un corte de tránsito en reclamo de justicia.
En tanto, el ataque contra el ministro bonaerense se registró a las 11.47 cuando Berni, acompañado por el ministro de Transporte provincial, Jorge D’Onofrio, y un efectivo de la Policía de la Ciudad llegó caminando al lugar donde se concentraban los choferes y fue recibido a pedradas, palazos e insultos.
A medida que se aproximaba al grupo de manifestantes, el responsable de la seguridad en la provincia de Buenos Aires comenzó a ser agredido a golpes de puño e incluso cayó al piso donde fue pateado mientras comenzaron a rodearlo algunos otros efectivos de la fuerza porteña con intenciones de evitar que continuara la golpiza, de la que también fue víctima D’Onofrio.
Minutos después del ataque, en el que Berni quedó con pómulo y mejilla derecha ensangrentadas, se formó a su alrededor una ronda de manifestantes enardecidos, con quienes el ministro intentó conversar.
«Vine a hablar. Recién terminamos de detener a quien supuestamente es el autor…Estoy acá, primero porque entiendo el problema que están pasando todos los días. No hay nadie que venga a poner la cara y me banco la que sea. No salgo corriendo como los demás, estoy acá», dijo Berni mientras continuaban los insultos y le seguían arrojando elementos.
«¡Yo no me escondo y estoy acá! No hay soluciones mágicas, vengo a trabajar por ustedes», continuó mientras lo insultaban y los policías trataban de apartarlo de los agresores.
«Vamos a hablar en algún lugar, acá no podemos hablar», insistió el ministro, quien alcanzó a gritar «a mí me duele como a ustedes y acá vengo solo».
Pasado este mediodía, un grupo de efectivos de la infantería de la Policía de la Ciudad rodeó y sacó al ministro del lugar con un casco de ciclista y lo subieron a un auto particular, para evitar una nueva agresión .
En ese contexto, ocho efectivos de la Policía de la Ciudad y tres colectiveros tuvieron que recibir atención médica, y cuatro de ellos tuvieron que ser derivados al hospital Santojanni, en su mayoría con traumatismos de cráneo.
«La mayoría sufrieron golpes fuertes en la cabeza, mientras que hubo un caso de una herido con una fractura en su mano», explicó el titular del SAME a esta agencia.
A su vez, Crescenti indicó que el SAME montó un puesto de atención móvil en la intersección de las calles Alberdi y General Paz, mientras que se descartó la posibilidad de llevar un helicóptero sanitario al lugar de los hechos ante los incidentes.
«La situación era muy comprometida para nosotros, queríamos dar la mayor capacidad de respuesta en el lugar. Un piedrazo hubiese en las aspas del helicóptero hubiera complicado todo «, agregó el emergentólogo.
Además, Crescenti señaló que «el SAME estaba preparado para atender a Berni», a sabiendas que tenía varios golpes, pero que el ministro eligió retirarse por otro lugar.
Por su parte, el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio, quien estaba junto a Berni cuando se precipitaron las agresiones, lamentó que «la situación se fuera de las manos» a raíz a las agresiones y apedreadas que recibió su par de Seguridad en la protesta de colectiveros a la que ambos se acercaron para «ponerse a disposición», y aseguró que van a «seguir tendiendo puentes» para brindar soluciones.
«Yo estoy bien. Lamentablemente fuimos a charlar y se desbordó la situación. La gente está muy mal por la muerte del compañero. Vamos a tratar de seguir tendiendo puentes para poder arreglar todo este entuerto», contó en declaraciones radiales.