«Durmiendo», es la respuesta que dan Graciela y Adriana cuando se les pregunta dónde estaban sus hijos al momento en que sucedió el crimen del colectivero Pedro Daniel Barrientos. Son las madres de Gabriel Alejandro Barone y Alex Barone, quienes están detenidos bajo la acusación de haber asesinado al chofer de la Línea 620, pero aseguran con desesperación que se trata de perejiles.
«Yo venía del hospital porque falleció mi suegro y a los 15 minutos me llaman para avisarme que allanaron la casa de mi hijo», comenzó diciendo Graciela, la mamá de Gabriel, ante las cámaras de Telefe Noticias.
Según su testimonio su hijo no estaba en la casa cuando llegaron los policías para allanar la propiedad: «Estaba enfrente, arreglando un auto en el taller, y como es inocente, cuando vio que entraron a su casa y que estaban rompiendo todo, fue a ver qué pasaba», señaló la mujer que agregó que ella tiene en su poder el teléfono de su hijo.
Graciela es contundente al referirse a lo que hacía su hijo en el momento en que el chofer fue asesinado: «A la hora en que sucedió el crimen él estaba durmiendo porque él trabajó en la pizzería (que es de su consuegra) hasta la 1 de la madrugada. Fue a su casa, comió y se fue a dormir porque al otro día tenía que ir a trabajar a un lavadero».
«No me dieron ninguna prueba contra él, lo único que tienen es el apellido y el nombre. Se lo llevaron como a un perejil», añadió y aclaró que no se conocen con el otro detenidos: «No son primos, no nos conocemos con la otra familia».
¿Tenía antecedentes? «Es un pibe re laburador, inocente, nunca pisó una comisaría», completó.