Con más de 18 kilos de peso, Patches se hizo conocido como «el más grande que nadie haya visto jamás».

La historia de este gato se viralizó en las últimas horas a partir de la iniciativa del refugio Richmond Animal Care and Control para encontrarle un nuevo hogar.

«Es un gatito muy dulce», afirmaron al solicitar que quien se haga cargo debía ser alguien decidido a seguir su régimen de dieta especial y plan de ejercicios.

Desde esa institución, pidieron a los interesados que enviaran información de su casa y que expresaran el compromiso de ayudar al animal a llegar a un peso seguro y saludable.

«Hasta entonces, nos maravillaremos con su glorioso cuerpo de glotón», añadieron.

Con su pelaje gris y blanco, esterilizado y todas sus pruebas en orden conmovió a la comunidad virtual. De ahí que unas pocas horas, llegó el esperado anuncio: Patches había sido adoptado.

La directora de Richmond Animal Care and Control, Christie Chipps Peters, contó después a USA Today que Patches ya estaba bien en su nueva casa.

«Estamos muy contentos por haberle encontrado a alguien comprometido, que lo ayudará a conseguir un peso saludable», sostuvo.

Como varios internatuas siguieron prendidos a su historia, su nueva dueña, Kay Ford, compartió una foto de Patches en su nuevo hogar, donde convive junto a otro gato y un perrito.

«Conozcan a su nueva familia: Wellesley y Bella. Wellesley es prácticamente el gemelo de Patches (con unos kilos menos)», explicó la mujer respecto a su «hermano» felino.

Y llevó tranquilidad: «Patches es una gema, será amado y cuidado».

Además, decidió abrir una cuenta de Facebook e Instagram dedicada a él. «Sé que todo el mundo querrá saber sobre su progreso», sostuvo.