El letrado, quien fue durante años apoderado legal de la agrupación política liderada por Alejandro Biondini y de «varios movimientos nacionalistas», según el mismo explicó, sostuvo en diálogo con Télam que los elementos secuestrados permanecen siempre dentro de la esfera de su «privacidad» y muchos de ellos eran «recuerdos familiares de mi descendencia alemana».
Personal de la Policía Federal Argentina (PFA) constató que Schumacher tenía en el lugar un rifle, un cuadro de Adolf Hitler y libros de su autoría, diferentes publicaciones negacionistas de la Shoá y videocassettes -uno de los cuales se titula ‘La mentira del Holocausto’- según el video difundido por la PFA y fuentes de la investigación.
Los elementos fueron secuestrados en el marco de los allanamientos a tres domicilios del centro porteño, propiedades de Schumacher, realizados este martes como parte de una investigación por «delito de trata de personas y explotación sexual».
El operativo fue liderado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12 junto con la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7.
Fuentes de la Protex señalaron a Télam que Schumacher está imputado por «trata de personas con finalidad de explotación sexual», aunque el letrado negó haber sido notificado en esa causa.
Fue en el estudio jurídico y domicilio particular de Schumacher donde se halló «un gran número de objetos con simbología nazi y negacionista de la Shoá entre las pertenencias» del investigado, en infracción a la ley 23.592, precisaron a Télam fuentes vinculadas a la causa.
Durante varios años, Schumacher actuó como apoderado legal de distintas agrupaciones neonazis como el Partido Nuevo Triunfo, ahora devenido en Bandera Vecinal y liderado por Biondini, y también del Partido del Nuevo Orden Social Patriótico (Pnosp), encabezado por el líder skinhead (cabeza rapada) Alejandro Fraze.
El abogado precisó que fue quien acompañó a estos grupos «en el proceso legal ante la Justicia Nacional Electoral para que puedan participar de las elecciones».
En 2009, la Corte Suprema de Justicia negó la personería jurídica a la agrupación de Biondini por considerar que «no se puede legitimar como partido político a quienes incurren en apología del odio e, indirectamente, incitan a la violencia».
En diálogo con Télam en uno de los domicilios allanados, el letrado dijo que los libros y artículos secuestrados por la PFA estaban «vinculados con la primera y segunda guerra mundial» y los utilizaba en su juventud «a efectos de reconsiderar situaciones vinculadas con el revisionismo histórico».
En ese sentido, Schumacher aseguró tener reconocimientos «por ser alumno discípulo del historiador José María Rosa».
«Los libros para mí son elementos de trabajo indispensables en lo que respecta al revisionismo histórico. La simbología también porque es parte de la historia viva», expresó respecto a los distintos elementos secuestrados.
Entre ellos había una cruz de hierro, simbología que el régimen nazi usaba como condecoración y referencia luego de los skinheads, que para el abogado se trata de «un escudo de Toledo, que tiene que ver con las cruzadas de la Edad Media».
«Son recuerdos de mi propia familia, soy descendiente de alemanes. Están en ámbitos íntimos, siempre dentro de mi esfera de la privacidad, no son exhibidos al exterior», indicó Schumacher, aunque los elementos estaban a la vista de los clientes que visitaban el estudio.
«No hay ninguna persona que pueda sentirse afectada», apuntó acerca del acervo de simbología nazi, cuyo hallazgo y «magnitud» demandó la intervención del presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA), Jorge Knoblovits, el día del allanamiento.
Según la Policía Federal, en uno de los domicilios allanados, en Libertad al 300, fueron halladas «dos víctimas en situación de explotación», lo que fue también fue negado por el abogado.
Respecto al «prostíbulo» que la PFA confirmó que funcionaba allí, Schumacher aseguró que «jamás usó de manera personal» el departamento allanado, que fue alquilado a diferentes personas durante 40 años y hasta la actualidad.
«Desconozco que haya quedado imputada (la persona que alquila actualmente) en alguna causa, no se me notificó de nada, tampoco de quejas de personas damnificadas por ninguna hipótesis de ningún delito», sostuvo.
En el lugar, donde funcionaba supuestamente un centro de spa que resultó clausurado, secuestraron un cuaderno con anotaciones sobre el trabajo de cada mujer, 500 mil pesos, folletería, geles íntimos, profilácticos y celulares, según las fuentes policiales.
La causa es investigada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7, a cargo de Sebastián Norberto Casanello. (Télam)