El tope, que actualmente es de $158.366, debe subir a $283.220 en el mes de marzo, que es el monto resultante de la aplicación del índice RIPTE.
Durante el año 2022, cerca de 1 millón y medio de padres dejaron de cobrar el salario familiar, debido a que por negociación de paritarias, subieron los haberes de los trabajadores, y por esa razón, al exceder el tope de ingresos de $158.366 quedaron sin cobrar las asignaciones familiares de sus hijos menores o discapacitados.
A partir de abril del 2023 volvería a suceder lo mismo que en 2022, ya que hasta marzo del 2024 no habrá una nueva actualización.
Dentro del Gobierno se está analizando que esta suba sea trimestral, al igual que sucede con el Impuesto a las Ganancias.
De optar por esa alternativa, la modificación debe hacerse por decreto de necesidad y urgencia.
Dentro de este DNU se estaría analizando equiparar el piso con Ganancias, es decir que, en vez de los $283.220, el monto límite para cobrar asignaciones familiares pase a ser $404.062, que es el piso a partir del cual se tributa el impuesto. De esta manera, casi 600.000 padres podrían percibir asignaciones familiares.
La publicación del decreto se está definiendo por estas horas.