La fiscalía de homicidios acusó esta mañana a Luis Hernán Cortez Castro por la muerte de la nena Valentina Romero de 10 años de edad en un caso caratulado homicidio culposo agravado por conducción temeraria, una conducta que se paga con entre 2 y 5 años de prisión.

La hipótesis que acercó -en la voz de las asesoras letradas Guadalupe INaudi y Lucrecia Sola- es que que la nena salió de su casa queriendo impedir que su madre se fuera o buscando que la llevara con ella y que como su madre le dijo que no y no le abrió la puerta de la camioneta entonces la niña se colgó del vehículo que avanzó algunos metros y de la cual luego cayó dándose un golpe severo en el cráneo.

De acuerdo a la autopsia, la víctima sufrió una fractura de cráneo que le provocó la muerte.  Después de que la niña cayera, el acusado y la mujer no advirtieron lo ocurrido y continuaron la marcha. Los vecinos y vecinas vieron a la niña tendida en el ripio y avisaron a familiares de ella, quienes llamaron a la madre por teléfono. Ella y su pareja regresaron minutos después en la camioneta y trasladaron a la niña hacia un hospital.

Esa formulación se hizo en base a los testimonios de vecinos que acudieron a la menor cuando la encontraron tirada en la calle y a la espera del informe accidentológico que elabora la policía. La defensa oficial a cargo de Mauricio Macagno se opuso a la formulación de cargos y evaluó que no hubo testigos presenciales del hecho y que faltaron elementos que determinaran la tipología vial y consideró que las evidencias no son suficientes.

El juez Mauricio Zabala aceptó los cargos y estimó que en esta instancia inicial se pide un estándar de probabilidad que se encontró alcanzado. Formulados los cargos, Cortez Castro quedó en libertad con la condición de que se presente de manera semanal en la fiscalía.