El engaño comienza cuando los delincuentes dejan pequeños volantes en los parabrisas de vehículos mal estacionados, donde afirman que el automóvil está en infracción. En el papel se indica que el propietario debe escanear un código QR para proceder al pago de la multa. Sin embargo, detrás de este mensaje aparentemente inocente se oculta una trampa diseñada para robar información privada.

Los delincuentes simulan ser un sistema de cobro. Una vez que la persona escanea el QR, es redirigida a un portal que aparenta ser el de una municipalidad. El usuario debe iniciar sesión en un sistema de pago falso, lo que permite a los estafadores acceder a sus datos personales, incluyendo credenciales de billeteras virtuales y, en algunos casos, información bancaria sensible.

Aunque aún no se ha confirmado oficialmente el robo de datos bancarios, ya se ha verificado que los delincuentes vacían las billeteras virtuales de las víctimas tras acceder a ellas mediante el engaño. En este tipo de fraudes, la rápida transferencia de fondos puede llevar a pérdidas significativas para los afectados, ya que algunas billeteras virtuales permiten incluso solicitar créditos.

La estafa se está extendiendo rápidamente. Aunque el caso ha sido identificado en el barrio Gregorio Álvarez, en algunas provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe ya se han reportado incidentes similares. Los estafadores, al parecer, no conocen fronteras y buscan expandir su fraude a otras regiones del país.

Los expertos en seguridad recomiendan extremar las precauciones y evitar escanear cualquier código QR que se encuentre en los parabrisas de los vehículos. Si alguien encuentra un volante de estas características, lo mejor es desecharlo sin dudarlo y no hacer clic en ningún enlace. Además, se recomienda denunciar ante las autoridades si se observa a alguien colocando estos papeles en los vehículos.

Otros hechos que alimentan la psicosis social 

El pánico social alimenta la desinformación. En paralelo a las estafas, otras situaciones también han generado confusión. Recientemente, el Ministerio de Salud ha realizado estudios voluntarios que incluyen muestras de orina a mujeres, lo que ha provocado que algunas personas sospechen que se trata de un fraude. Este tipo de paranoia puede llevar a malentendidos, como ocurrió con empleados de empresas de cable que fueron confundidos con estafadores.

La recomendación es clara: precaución pero no pánico. La proliferación de estafas no debe crear un clima de psicosis social. Es importante mantener la calma y estar alerta sin caer en el alarmismo, ya que este tipo de reacciones solo contribuye a generar más confusión y desconfianza en la sociedad.

Denunciar es la clave para frenar el avance del fraude. Frente a cualquier sospecha de estafa, lo más recomendable es acudir a las autoridades pertinentes para realizar una denuncia. De esta forma, se contribuye a la identificación y captura de los delincuentes que operan detrás de estas modalidades fraudulentas.