En una serie de operativos llevados este martes en Neuquén, la policía desarticuló una organización dedicada al narcotráfico, en la que se habría vinculado a un efectivo policial con escasa antigüedad en la fuerza. Los allanamientos fueron parte de una investigación judicial que inició en febrero de este año bajo la Ley 23.737, y estuvieron a cargo del Juzgado Federal N°2, dirigido por el juez Gustavo Villanueva.
La investigación, que comenzó por la venta de drogas en pequeñas cantidades, conocida como “narcomenudeo”, se desarrolló en el barrio Villa Ceferino de la ciudad. Con el avance de las pesquisas, se detectaron más domicilios y otros implicados, revelando que la organización era mucho más grande y estructurada de lo que inicialmente se creía. La red contaba con seis lugares de almacenamiento de drogas y dinero, además de vehículos utilizados para sus operaciones.
Durante la operación, surgió un dato inquietante: uno de los principales involucrados es hermano de un efectivo policial, lo que encendió las alarmas dentro de la investigación. El hermano, que tenía poco tiempo de servicio en la fuerza, fue vinculado con la organización, lo que complicó aún más la situación.
Las autoridades realizaron tres allanamientos simultáneos en diferentes barrios de Neuquén, donde se detuvo a siete personas. Todos los implicados fueron trasladados a la sede policial, pero recuperaron su libertad poco después, quedando a disposición del proceso judicial. Si bien la cantidad de droga incautada no fue significativa, el hallazgo incluyó 115 gramos de cocaína, cannabis sativa, más de 9 millones de pesos en efectivo, 2.500 dólares, balanzas, fraccionadores y máquinas contadoras de billetes.
Entre los bienes secuestrados, se encuentran tres vehículos de alta gama, un Toyota Corolla, un Renault Sandero y un Volkswagen Golf, que eran utilizados por la organización para movilizarse. Además, se encontraron elementos destinados al “estiramiento” de las sustancias, un indicio de que las drogas eran preparadas para su venta al por menor.
El grupo desarticulado está compuesto exclusivamente por hombres adultos, varios de ellos con antecedentes penales, tanto por narcotráfico como por otros delitos. La investigación, que duró aproximadamente ocho meses, se realizó en dos etapas, con la participación de personal de la Dirección Antinarcóticos y la colaboración de la división de Causas Complejas.
El comisario general Dante Catalán, encargado de coordinar los operativos, destacó en declaraciones a Radio 7 que “el esfuerzo realizado por los equipos de seguridad para desmantelar la organización, que llevaba varios meses operando en la ciudad”. Catalán señaló que el trabajo investigativo fue minucioso y peligroso, y lamentó que a pesar de las pruebas recolectadas y los riesgos asumidos por el personal policial, los imputados hayan recuperado su libertad rápidamente.
“Es frustrante para los ciudadanos y para las fuerzas de seguridad cuando, después de meses de trabajo y exposición al peligro, parece que las consecuencias para los acusados no se concretan de inmediato”, mencionó Catalán, visiblemente afectado por la situación.
La justicia federal continúa con la investigación, y se espera que en los próximos días se analicen nuevos elementos que podrían comprometer aún más a los detenidos. La participación de un miembro de la policía en esta organización es uno de los aspectos más delicados del caso, y las autoridades internas ya han iniciado los procedimientos correspondientes para evaluar su responsabilidad dentro de la fuerza.
Mientras tanto, los barrios allanados siguen bajo vigilancia, y se esperan más detenciones en las próximas semanas, ya que la red podría tener ramificaciones no solo en Neuquén, sino también en otras localidades cercanas.