Aumentó la actividad de los lavacoches en las calles neuquinas

A pesar de las prohibiciones y multas que rigen, con la crisis económica la presencia de lavacoches sigue creciendo en la capital neuquina. Algunos son jóvenes en situación de calle que necesitan apoyo gubernamental transitorio para alcanzar un empleo formal.

«Aguas que van quieren volver”, dice una gran poesía de Milton Aguilar, y lo mismo ocurre con los lavacoches en la capital neuquina. Desde que la crisis económica y el costo de vida se acrecentaron, decenas de jóvenes, en su mayoría hombres, volvieron a las esquinas neuquinas para conseguir dinero rápido a cambio del lavado de parabrisas y lunetas. De la mañana a la noche se los puede observar en las intersecciones de la Avenida Mosconi, en los semáforos de las avenidas Argentina, Olascoaga y de los principales corredores de la ciudad.
Haciendo memoria, el asunto de erradicar esta actividad en el microcentro de Neuquén, fue para los gobiernos municipales un trabajo arduo. Comenzó con un empadronamiento realizado en la intendencia de Martín Farizano, que arrojó la cifra de 459 lavacoches en la ciudad y concluyó con la prohibición y multas en la gestión de “Pechi” Quiroga.
Ante la rebeldía de los trabajadores informales, sacarlos de las calles implicó la creación de un registro para conocer a quienes vivían de esa actividad, capacitaciones para darles otra salida laboral y hasta la formación de cooperativas que absorbieron una parte de esos trabajadores informales, empleándolos en los playones de estacionamiento medido del Parque Central.
Ya en 1980, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza 1.593, que prohíbe el lavado de coches en la vía pública, y en 2010 se aprobó la Ordenanza 12.028, incorporando al Código Municipal de Faltas, multas para quien ofreciere servicios de cuidado, lavado o limpieza de automóviles, pero también para quien autorizara esos servicios en un rodado y hasta para los vecinos o comerciantes que faciliten agua para el lavado; como una forma de desincentivar a la práctica.
Por estos tiempos se los ve asomar cada vez en más esquinas, aún en los días de temperaturas extremas, unos educados y graciosos, otros prepotentes e insistentes, todos infringiendo las normas. Algunos de ellos son personas en situación de calle, que hasta hace poco dormían en la Estación Terminal de Ómnibus, que manifiestan disposición al trabajo y necesitan algún apoyo institucional transitorio para poder aplicar a un empleo formal.
El crecimiento de la actividad en las calles, hace necesario que el actual gobierno municipal, que no había tenido que lidiar con este asunto a gran escala, ocupado en otras sudestadas, y las áreas de Desarrollo Social de Provincia y Nación, realicen un relevamiento, como se operó antiguamente, para reubicar a estos trabajadores informales en otros espacios laborales y hacer cumplir la normativa vigente, que prohíbe el lavado de coches en Neuquén Capital.

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