Los chilenos que cruzan la cordillera tienen un estándar de vida comparativamente elevado en su país, con niveles de sueldos que no bajan de US$2.000 por mes, y se encuentran en Argentina con que un Nescafé les cuesta más del doble de lo que está en Chile, y el dulce de leche, un 40% más caro.
Tomando una canasta de diez productos en el supermercado en ambos países surge que hacer una compra en Argentina es 28% más caro que en Chile.
BioBioChile, que publicó la comparación, destaca que Argentina es el país con el costo de vida más elevado en América Latina y hasta supera a algunos de Europa: una familia necesita 14 sueldos mínimos para vivir.
Hay dos causas convergentes para semejantes diferencias que no hace falta saber de economía para entenderlas: la constante remarcación de los precios en Argentina, por más que haya amainado después de 2023, versus la estabilidad chilena, y el atraso cambiario de nuestro país para que los particulares se desprendan de los dólares, gasten los pesos o los depositen a tasas reales.
Hace menos de un año era al revés. Había una invasión chilena en supermercados de este lado de la frontera hasta abasteciéndose de chocolates.
Un relevamiento de los precios exhibidos en Jumbo, una cadena de supermercados con presencia en Chile y Argentina, comparó una canasta conformada por diez productos: café, leche, yogur, manjar, pan de molde, galletitas dulces, pollo, atún, gaseosa y pasta dental, respetando en la mayoría de los casos, o la misma marca o su equivalente en tamaño y línea en el mercado, cuyo resumen del valor total dio:
• Jumbo Argentina: 37,30 dólares
• Jumbo Chile: 29,13 dólares
Café y leche
En el caso del café, en Chile, es posible conseguir un tarro de Nescafé Tradición instantáneo por 170 gramos a USD 5,48 ($4.990), mientras que en Argentina igual cantidad en frasco de vidrio sale USD 5,93 (ARS 7.300), es decir, una diferencia del 8,2%.
La leche entera, en Chile, por un litro de Cuisine & Co (marca propia de Jumbo) cuesta USD 1,16 ($1.059), por lo que es 22,4% más económica que la misma exhibida en Argentina, donde aparece a US$ 1,42 (ARS 1.750).
Sin embargo, con la primera marca de cada respectivo país sucede algo peor: la Colun está a US$ 1,46 ($1.329), mientras que La Serenísima de Argentina sale US$ 1,68 (ARS 2.070), un 15,1% más.
El dulce de leche, conocido como manjar en Chile, es más caro en la tierra a la que suele atribuirse su creación. El de marca La Serenísima por 1 kilogramo sale en Jumbo Argentina US$ 5,68 (ARS 6.990), un 40,3% más elevado que los US$ 4,05 ($3.690) del manjar Colun de igual tamaño en Chile.
El pan de molde revela otra fuerte brecha entre Chile y Argentina. Por el Ideal Artesano de 550 gramos hay que gastar US$ 2,35 ($2.889), mientras que en el supermercado del país trasandino el Bimbo Artesano sale US$ 6,13 ($5.580).
El kilo de pechuga de pollo sale US$ 5,47 ($4.980) en Chile versus los US$ 5,85 (ARS 7.199) del país vecino, una brecha del 7%.
Otra diferencia se da con el atún en lomitos: la marca Cuisine & Co cuesta en Chile US$ 1,53 ($1.390), mientras que en Argentina hay que desembolsar por la misma marca unos US$ 2 (ARS 2.500), es decir, la conserva de pescado es 30,7% más cara.
Además, la gaseosa Coca-Cola de 1,75 litros se vende a US$ 1,70 ($1.550) contra los USD 2,20 (ARS 2.700) del otro lado de la cordillera.
Finalmente, la pasta dental posee llamativos contrastes. En Jumbo Chile, por US$ 3,07 ($2.790) te puedes llevar tres tubos de 90 gramos marca Colgate, mientras que en Jumbo Argentina hay que destinar US$ 2,44 (ARS 3.000) por uno solo de ese tamaño.
Por qué la diferencia de precios
Luego de una inflación del 25,5% en diciembre pasado, en Argentina empezó a desacelerar el índice hasta el 4,2% de agosto, pero no se trasladó en el mismo ritmo a la variación del dólar libre (“blue”), que quedó por detrás del aumento del costo de vida, advierte biobiochile.cl, en un reportaje especial sobre este fenómeno del consumo regional.
Describe en el informe la baja de ventas en los supermercados del 12,3% interanual durante julio reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec), y la atribuye a la caída del poder de compra de los salarios (el mínimo está en menos de 220 mil pesos chilenos) y las jubilaciones (poco más de 200 mil pesos chilenos).
Contrasta con la recomposición de los precios relativos (sinceramiento de tarifas de luz y gas, subida de combustibles, productos comoditizados) y la necesidad del sector privado en recomponer los márgenes de ganancia.