Científicos de Bariloche demostraron beneficios de la alimentación con insectos

Capturaron insectos plaga y los convirtieron en harina para alimentar truchas. Esperan que SENASA apruebe el consumo para humanos.

Un grupo de científicos del Conicet radicados en Bariloche trabaja desde hace años en la investigación del uso de insectos como alimento para animales y humanos. En entrevista con Radio 7, la investigadora, Valeria Fernández Arhex, dijo que “Formamos un grupo de red de seguridad alimentaria desde CONICET y hay una Cámara Argentina de productores de insectos para consumo animal y humano. Ahora estamos empezando a trabajar en la reglamentación y esperamos que lo apruebe Senasa”, afirmó Arhex.

La científica explicó que “Antiguamente nuestros antepasados consumían insectos, dentro de su dieta y en Europa hay todo un auge, desde hace unos años, de utilizar insectos en forma de harina para consumo humano, por ejemplo hacen barritas proteicas para los deportistas a base de insectos como grillos o una larva de mosca especial que se llama soldado negro” señaló y dijo que “crían estos insectos y también los utilizan como harina en alimentos balanceados, para perros, gatos, pavos, gallinas y para peces”.

La investigación del CONICET en Bariloche

Respecto a los avances en la región, la investigadora dijo que “Hay proyectos que están aprobados por CONICET y acá en Bariloche, lo que estamos haciendo varias instituciones y colegas es probar con insectos para consumo animal”.

“Empezamos esto a partir de la presencia de una plaga, conocida como Tucuras, que son saltamontes y hay dos especies que son consideradas perjudiciales en la Patagonia y surgió la idea de qué se puede hacer con este insecto, en vez de usar tantos agroquímicos”, relató Arhex.

“Lo que hicimos fue capturar Tucuras en el campo, las congelamos, las secamos, y las hicimos polvo. Ese polvo lo mandamos a analizar, y los resultados fueron muy buenos, su composición nutricional está entre un 70 y un 75% en ambas especies. Después lo probamos alimentando a truchas arcoíris juveniles, y su desarrollo fue mejor, comparado con alimento balanceado que se utiliza en las acuiculturas, por lo que ahora vamos a seguir trabajando en un alimento para la acuicultura”, afirmó.

Respecto a los productos para consumo humano, la profesional dijo que “Algunos insectos son muy ricos en proteínas y sanos porque tienen muchas propiedades, vitaminas, omega y un montón de compuestos para nuestra nutrición, por eso estamos haciendo pruebas y después seguramente Senasa pedirá normas para la cría y alimentación de esos insectos, antes de aprobar la venta y consumo humano, pero vamos en buen camino”, expresó.

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