La Unión Tranviarios Automotor (UTA) ha comenzado un paro nacional que ha generado controversia y opiniones diversas entre los afiliados y dirigentes del gremio. Esta medida se produce en un contexto de creciente descontento por las condiciones laborales y salariales en el sector del transporte. Cómo se desarrollará el paro dependerá, exclusivamente, de las decisiones que se tomen a partir de este lunes a nivel nacional ya que la conciliación obligatoria finaliza hoy. Desde UTA ya habían anticipado un paro general para este miércoles 30 de octubre. 

Gabriel Ceballos, dirigente local de UTA, manifestó a Noticias 7 que, si bien el paro podría considerarse necesario, no está de acuerdo con la forma en que se está llevando a cabo. “Cada gremio debería hacer fuerza desde su lugar y no acatar una medida de fuerza generalizada,” subrayó, haciendo referencia a que esto podría resultar en una mayor efectividad en las reivindicaciones.

Cabe aclarar que el Consejo Directivo Nacional de la UTA es quien decidió realizar el paro, lo que ha llevado a algunos representantes en las provincias a expresar su desacuerdo. En este sentido, Gabriel afirma que las decisiones, según su opinión, deben ser más sectoriales, adaptándose a las necesidades de cada región dentro del gremio. El dirigente sostiene que si cada delegación tomara decisiones propias sobre las medidas de protestas serían más efectiva.

A pesar del descontento, Gabriel reconoce que hay reclamos legítimos dentro del marco de la protesta, aunque no está de acuerdo con todas las demandas. “Hay más cosas que están mal que bien, pero algunas medidas no son justas,” agregó. Pare el delegado los problemas van más allá de las paritarias y el salario.

Uno de los puntos críticos en la conversación es la inflación y cómo esta afecta el poder adquisitivo de los trabajadores. Gabriel enfatiza que la falta de aumentos salariales acordes a la inflación ha llevado a una disminución significativa en la calidad de vida de los afiliados. “Hasta que no tengamos paritarias que permitan recuperar nuestro poder adquisitivo, la situación seguirá siendo complicada,” lamentó.

Cuando se le preguntó qué porcentaje consideran necesario para equiparar los salarios a la realidad, Gabriel estimó que un 24% de incremento sería apropiado. Este aumento es visto como un primer paso para enfrentar el desafío económico que atraviesan los trabajadores del sector.

A pesar del inicio del paro, Gabriel asegura que en Neuquén la situación es relativamente estable y que no hay reclamos urgentes en este momento. “Estamos al día y no tenemos por qué protestar ahora, pero el aumento salarial es una lucha constante,” explicó.

La conciliación obligatoria, que finaliza hoy, 28 de octubre, ha añadido incertidumbre a la situación. Gabriel comentó que si no se logra un acuerdo, las medidas de fuerza podrían intensificarse. “Depende de lo que se discuta en las próximas horas, pero es probable que el 29 se tomen nuevas decisiones,” anticipó.

La comunidad está atenta a las repercusiones de este paro, ya que podría afectar la movilidad urbana y el transporte público en la región. Con el riesgo de que las protestas se extiendan, Gabriel concluyó que “si hay un paro nacional, el transporte quedará paralizado.”

Los próximos días serán cruciales para definir el rumbo de las negociaciones y el impacto que tendrán en los trabajadores del transporte, mientras la UTA busca visibilizar sus demandas en un contexto de creciente tensión.