El Cerro Catedral, uno de los centros de esquí más importantes de Sudamérica, está en el centro de una controversia debido a un ambicioso proyecto inmobiliario que afectaría 70 hectáreas de su superficie. La iniciativa, impulsada por el intendente de Bariloche, Walter Cortés, en colaboración con la empresa concesionaria Catedral Alta Patagonia (Capsa), ha generado críticas tanto por su impacto ambiental como por los desafíos que plantea a la infraestructura de la región.
Detalles del proyecto
El plan presentado por Cortés busca otorgar nuevos “parámetros urbanísticos” a las 70 hectáreas del Cerro Catedral, permitiendo el desarrollo de un complejo hotelero y residencial a 1.200 metros sobre el nivel del mar. Este proyecto, dividido en seis Áreas de Ocupación Concertada (AOC), prevé la construcción de diversas áreas residenciales de uso permanente y temporario. La propuesta de Capsa incluye la promesa de mejorar la infraestructura actual de la Villa Catedral, que sufre de serios problemas de servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y cloacas.
Una infraestructura en crisis
Documentos proporcionados por arquitectos y urbanistas de la región, como el Informe Técnico del Colegio de Arquitectos de Río Negro y la Resolución N° 00003647-I-2023, resaltan que las áreas propuestas para el desarrollo presentan “enormes restricciones” en la provisión de servicios básicos. En particular, se advierte que la demanda de energía del proyecto podría llegar a los 20 MVA, lo que pondría en riesgo de colapso la infraestructura energética de toda la ciudad de Bariloche. También subrayan las dificultades de abastecimiento de agua potable en la zona.
Impacto ambiental y social
Uno de los aspectos más controvertidos es el impacto ambiental que este proyecto podría tener en el Cerro Catedral, un área con una sensibilidad geológica y ecológica considerable. La Carta del Colegio de Arquitectos de Río Negro advierte sobre las afectaciones al ecosistema, especialmente por la construcción en áreas de gran pendiente y la presión sobre los recursos naturales.
Por su parte, el concejal Leandro Costa Brutten, del bloque Incluyendo Bariloche, denunció que el proyecto busca “desnaturalizar” el Cerro Catedral, transformando un centro de esquí en un megaemprendimiento inmobiliario. Señaló que esta iniciativa es un “despropósito” que responde a intereses económicos de los empresarios de Capsa, y que no cuenta con el apoyo de la población local.
La lucha entre desarrollo y preservación
El intendente Cortés y los empresarios de Capsa defienden el proyecto, argumentando que traerá consigo las inversiones necesarias para mejorar la infraestructura de la Villa Catedral y diversificar la oferta turística. Desde Capsa también indican que parte de las inversiones se destinarán a resolver las deficiencias en el suministro de agua potable y energía. Sin embargo, organizaciones civiles, grupos ambientalistas y algunos miembros del Concejo Deliberante se oponen a la iniciativa, señalando que prioriza el interés económico sobre la protección ambiental y la calidad de vida.
La Resolución N° 00003647-I-2023 subraya que no se ha realizado un análisis profundo del impacto ambiental, y que se necesitan estudios adicionales para asegurar que el proyecto cumpla con las normativas vigentes.
Una decisión en el horizonte
El destino de este proyecto inmobiliario se decidirá en el Concejo Deliberante de Bariloche, donde aún deben debatirse aspectos cruciales. El plan también debe pasar por el Consejo de Planeamiento Estratégico y someterse a una audiencia pública antes de su aprobación final.